Karol Zwolinski dejó su auto en un taller mecánico de Illinois, Estados Unidos, para lo que se supone debía ser el reemplazo de una junta de culata. Grande fue su sorpresa al descubrir que el vehículo había sido utilizado de forma indebida. Así lo demostró una grabación que se viralizó en YouTube.
Se supo que el precavido hombre instaló una cámara de seguridad en su coche antes de dejarlo en el concesionario. De esta forma podría registrar cualquier abuso que el auto pudiera sufrir durante los trabajos de reparación.
Tras recogerlo del taller, Zwolinski descubrió que, además de cumplir con su deber, los empleados del lugar habían utilizado el vehículo para enseñarle a conducir a uno de sus compañeros.
Como podrás apreciar en el video subido a YouTube, subido por el propietario del coche, dos personas, que supuestamente trabajaban como mecánicos en el concesionario, son escuchadas conversando sobre los cambios de velocidades o cómo utilizar el acelerador y el freno.
"Si chocamos este auto, es posible que ambos tengamos que pagar por él, pero no te preocupes que es nuevo", llegó a decir en un momento uno de los ocupantes.
Zwolinski explicó que, cuando se lo entregaron, todo parecía en orden e incluso notó que el kilometraje no se había movido.
No obstante, quedó conmocionado al revisar todo lo registrado por la cámara.
"En ese momento, sentí una sensación de malestar en el estómago (...) Dejé mensajes de voz y correos electrónicos y nadie me devolvió la llamada, así que decidí publicarlo en YouTube después de una semana de espera", explicó el hombre.
Se supo que, tras darse a conocer el hecho públicamente y luego de que cientos de internautas le hagan saber su apoyo, el taller se comunicó con él ofreciéndole servicios gratuitos como compensación por las molestias.