Un padre de familia emprendió la demanda por 1 millón de dólares a una asistente de maestra y una bibliotecaria de su distrito escolar en Mount Pleasant, Michigan (Estados Unidos) por cortarle el cabello a su menor hija de 7 años sin su conocimiento ni consentimiento. Esta historia no tardó mucho en convertirse en viral en las redes sociales.
El pasado martes 14 de setiembre por el padre de familia de la Corte Federal de Grand Rapids contra las escuelas públicas de la mencionada comunidad, alegando que se violaron los derechos constitucionales de una niña “birracial”, argumentando discriminación racial, intimidación étnica, generar angustia emocional intencional y agresión.
Jimmy Hoffmeyer, padre de Jurnee, relató a The Associated Press que la menor llegó a su hogar proveniente de la primaria Ganiard mostrando buena parte de su cabello cortado, que una de sus compañeras usó tijeras para cortárselo en el bus escolar.
Dos días después de este hecho, la pequeña se quejó a las autoridades del colegio por este suceso, pero sufrió un nuevo corte para emparejar el volumen. Cuando regresó a su casa Jurnee le reveló que fue la maestra la responsable.
El padre de la pequeña aseguró que la niña y la maestra que le cortaron el cabello a la niña son de tez blanca.
En la demanda hecha por Jimmy Hoffmeyer se asegura lo siguiente en uno de sus párrafos: “(El distrito) falló en capacitar, monitorear, dirigir, disciplinar y supervisar adecuadamente a sus empleados, y sabía o debería saber si los empleados se involucraron en el comportamiento denunciado debido a la capacitación, las costumbres, los procedimientos y las políticas inadecuadas, y la falta de disciplina que existe para los empleados”.
En julio pasado, la Junta de Educación de Escuelas Públicas de Mount Pleasant aseguraron que el empleado responsable de cortar el cabello a la menor fue reprendido, pero también que se llevó a cabo una investigación independiente que determinó las “buenas intenciones” de la maestra que cortó el cabello a la niña, pero que fue sin el consentimiento de los padres, con el desconocimiento de los administradores (del distrito escolar), lo cual representa una violación de la política de la escuela.
La Junta también reveló que dos empleados más estuvieron al tanto de los hechos, pero que no lo informaron en su debido momento. Estos trabajadores pidieron las respectivas disculpas.
Asimismo, agregaron que la investigación independiente no encontró prejuicio racial alguno en los hechos tras entrevistar a personal del colegio, estudiantes y familiares. Sin embargo, Jimmy Hoffmeyer aseguró que la mencionada Junta nunca los entrevistó ni a él ni a Jurnee.
Luego que conocerse que la menor fue traslada hacia otra escuela, la presidenta de la Junta de Educación de Escuelas Públicas de Mount Pleasant, Amy Bond, aseguró que su distrito no ha recibido quejas por este caso.
“Confiamos que los hechos prevalecerán dada la respuesta apropiada de nuestro distrito sobre este incidente y los hallazgos producto de la investigación de terceros que se llevó a cabo”.
“Nos defenderemos contra estas acusaciones infundadas en los tribunales y no permitiremos que esto nos distraiga de la misión de brindar a cada niño una educación de clase mundial que los prepare para la universidad y sus carreras”, expresó Bond en un comunicado.
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