Las autoridades de México y Estados Unidos se encuentran en alerta tras la posible propagación de la meningitis fúngica tras la muerte de 7 ciudadanos aztecas. Si bien los reportes indican que no existe una clara amenaza hacia ambas naciones, desde ya te informamos que son las personas con las defensas bajas quienes se encuentran en un riesgo latente en caso de contraer la enfermedad.
Aunque la meningitis se puede presentar como un cuadro de resfrío o alergia, debemos señalar que es un padecimiento completamente distinto. Según portales de salud como la organización médica Mayo Clinic, esta enfermedad se centra en rodear al sistema nervioso central y atacar la médula espinal.
Básicamente, la meningitis se puede definir como una infección al cerebro debido a la inflamación del líquido que rodea la corteza cerebral y la médula ósea. Por ello, el contagio en países como Estados Unidos o México podría ser masivo si es que no se detecta a tiempo.
MENINGITIS FÚNGICA: ¿CÓMO SE OCASIONA?
Segun estudios recientes, esta enfermedad se da por una infección viral en el organismo, aunque también influyen factores como bacterias, parásitos, hongos y plantas comestibles.
Si bien los síntomas se pueden tratar con paliativos, existen casos en donde la enfermedad está tan avanzada que ocasiona la muerte al enfermo.
Lo más recomendable es ir al médico más cercano, siempre y cuando presentes los síntomas característicos de esta enfermedad.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE LA MENINGITIS FÚNGICA?
Los principales síntomas son los dolores de cabeza, malestar general, cansancio corporal, fiebre, rigidez del cuello y la nuca, convulsiones, somnolencia, falta de apetito y severas erupciones de acné.
Vale decir que esta enfermedad no se transmite de una persona a otra, por lo que el riesgo de contagio es prácticamente nulo. Eso sí, son las personas con la defensa inmunitaria baja quienes deberán tener cuidado de no contraerla.
COMPLICACIONES DE LA MENINGITIS FÚNGICA
De acuerdo a Mayo Clinic, las principales consecuencias de la meningitis pueden acarrear distintas afecciones al organismo. De hecho, según cita el portal, mientras más tiempo se encuentre la bacteria en el cuerpo, mayor serán las posibilidades de daños cerebrales y convulsiones que pueden convertirse en situaciones críticas.
Además, al cabo de unos años podría presentarse una pérdida de audición, dificultad de concentración y aprendizaje, retrasos neurálgicos, padecimientos para caminar, insuficiencia renal y hepática, convulsiones y la muerte.