El mobiliario blanco en los hogares nunca pasará de moda. Esto se debe a la pulcritud, versatilidad, sencillez y elegancia que aportan a la habitación donde se encuentre, en especial las puertas blancas, pero tienen una desventaja: se ensucian muy fácilmente. Por eso hoy te enseñamos unos trucos caseros para limpiar las puertas blancas de la casa y queden impecables.
MÁS | Cómo quitar la grasa de los muebles de la cocina: trucos y productos
Aquí te contamos cuáles son los trucos más eficaces para limpiar y quitar manchas de puertas blancas en casa y dejarlas como nuevas. Necesitarás un par de ingredientes y un poco de paciencia.
Cómo limpiar puertas blancas de madera lacada
Para tratar suciedad difícil en las puertas blancas de madera lacada se deben unos trucos para que no adquieran un tono amarillento con el tiempo. Basta con un mantenimiento frecuente y un poco de atención periódica. Solo necesitaras jabón neutro, agua tibia y una bayeta de microfibra limpia.
Procedimiento
- Mezcla en un recipiente con pulverizador un poco de agua y jabón líquido.
- Rocía un poco en la puerta blanca.
- Limpia con la bayeta todos los marcos y superficies de la puerta de abajo hacia arriba para remover el polvo y la mugre pegada, especialmente en la zona de la manilla o pomo.
- Aclara el trapo las veces necesarias si se ensucia mucho.
- Una vez limpia repasa con un paño humedecido únicamente con agua y asegúrate de secar toda la superficie.
Cómo limpiar puertas blancas manchadas
Aunque la manera anterior funciona muy bien para la limpieza en casi cualquier puerta blanca lacada, si ya se ha penetrado y ha quedado marcada de forma irreversible existe un hack muy eficaz que no hará que pierda el brillo ni que se descascarillen: el alcohol.
Procedimiento
- Diluye un poco de alcohol en un recipiente con agua a temperatura ambiente.
- Humedece un trapo con esta mezcla.
- Frota la mancha con algo de fuerza hasta que vaya desapareciendo.
- Seca con un paño al finalizar.
Aunque estas técnicas son efectivas, lamentablemente llegará un día en el que dejarán de serlo. Según los expertos, la vida útil de una puerta blanca es de 15 años aproximadamente sin que se vean viejas, amarillentas y sin brillo. Por lo tanto, después de este tiempo es momento hacer un cambio.