Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un locro de zapallito con leche, trozos de queso serrano, arroz graneado y, encima, una chuleta de chancho doradita. “María, la situación económica del país cada vez se hace más complicada con el alza de precios. Si antes una mamita iba al mercado con 30 soles y con las justas le alcanzaba para el menú, hoy ese dinero es insuficiente.
Muchas familias dejaron de comer muslitos o pechuga de pollo para alimentarse de las menudencias. Encima, no cesan los enfrentamientos entre los políticos, cuando la mayoría de peruanos quiere que se pongan a trabajar para solucionar los grandes problemas del país. Pero en medio de esta difícil situación es cuando los peruanos debemos ser más optimistas, proactivos y resilientes.
No podemos dejarnos ganar por el desánimo y creer que no tiene sentido seguir luchando. Los padres de familia deben dar el ejemplo a sus hijos y mostrar actitud positiva. Es fundamental que las familias se tracen metas a corto, mediano y largo plazo para crecer. Hay que tener un objetivo claro para trabajar duro y alcanzarlo.
Algunos consejos de los que saben:
- Fíjate un objetivo. Los hijos pueden plantearse culminar el año escolar entre los cinco primeros de su salón, aprender a tocar un instrumento musical para fin de año, etc. Así podrán estudiar y practicar con más ahínco. Los padres pueden fijarse metas como hacerle mejoras a la casa en un determinado plazo, comprar un vehículo, etc. De esa forma les será más fácil ahorrar dinero e incluso buscar una nueva fuente de ingresos.
- Ponte metas realistas. Es importante que sean alcanzables, porque si son demasiado ambiciosas tú mismo las desecharás por inalcanzables y así no avanzarás.
- Planifica los pasos que piensas tomar. Es importante que pongas manos a la obra. Por ejemplo, si vas a ahorrar es imprescindible que hagas un presupuesto con tus ingresos, egresos y lo respetes.
- Debe ser fácil y agradable. En el tema del ahorro, si te da hambre en el trabajo y siempre compras café y sánguches, deja de hacer ese gasto y lleva comida de tu casa. Así ahorrarás y no te quedarás con hambre.
- No te desanimes. Es importante que los cambios de hábito que hagas los mantengas y no los abandones al poco tiempo. Te ayudará a cumplir si recuerdas por qué estás haciendo esos cambios. Si quieres seguir ahorrando, piensa por qué lo haces. Tal vez mejorar la casa para que tus hijos estén más cómodos.
- Prémiate tú mismo. Siguiendo con el ejemplo del ahorro y de no sucumbir a los ‘gastos hormiga’ (pequeños, pero sumados en un mes, en un año, es una buena cantidad), si evitas comprar café, disfruta la bebida que llevaste de casa. Repite al menos dos semanas para que ese cambio se haga costumbre”. Qué buenos consejos. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.