
El Chato Matta llegó al restaurante por una sabrosa jalea de mariscos con cremita, rocotito molido y, para tomar, un emoliente al tiempo. “María, el gran Pancholón me timbró al celular: ‘Chatito, vente embalado al restaurante El Árabe de la Salsa, en La Perla. Pero cuidado que te vean los ‘zapatos rotos’, envidiosos y mala leche’.
Cuando llegué, estaba acompañado de los sauneros del Lawn Tennis, que lo iban a interrogar para que cuente cuántas mujeres ha tenido en su vida.
El ‘abogado mujeriego’ le pidió a ‘El huracán de la salsa’, Auria Bless, que le interprete la canción ‘Ya no hace falta’, así que se la dedicaron: ‘Para el ‘viejo zorro’ Pancholón, para el abogado más tramposo y mujeriego: ‘Cuando te fuiste de mí/ Pensaste que iba a sufrir/ Y ya ves/ Soy feliz/ Ahora tengo nuevo amor/ Que me brinda su calor/ Con ansias locas/ Que no sé si volver a tiii/ Ay, yooo sé bien/ Que estás arrepentido/ Y que el tiempo/ Te ha hecho meditar/ Pero ya es muy tarde/ Para volver atrás/ Ya no me busques/ Déjame vivir en paaaz/ (el mujeriego de los mujeriegos, el abogado más infiel, ‘viejo zorro’ esto es para ti)/ Ya no me busques/ Déjame vivir en paz/ Pa’ allá/ Contigo no quiero na’/ Ay, pero que no, no, no, no/ No me busques/ Déjame vivir en paz, pa’ allá/ Contigo no quiero na’/ Que no estás a mi lado corazón/ Ay, pero en el alma no tengo na’/ No me busques, seguro que no...‘.
Pancholón ‘parchó’ a los sauneros: ‘El varón no tiene memoria. Nunca me van a escuchar decir los nombres de las mujeres con las que he estado. Sí les digo que he tenido muchas, entre ellas de varias nacionalidades, solteras, casadas, divorciadas y viudas, y de todas las edades, también mediáticas.
Aunque Beto Ortiz me siente en el sillón rojo de ‘El valor de la verdad’ y en la pregunta 21, para ganarme 50 mil soles, me pida que mencione con qué mujeres famosas me he acostado, jamás abriría la boca.
Inmediatamente le digo a mi hermano Nicolás Sánchez, el goleador de la Asociación de Abogados del Callao, que apriete el botón rojo para que me cambien de pregunta. El varón sufre de amnesia y eso me lo llevo hasta la tumba…’ Los sauneros lo miraron y lo encararon: ‘Pancho, ¿te gusta mirar a las mujeres de tus amigos?’. ‘Chinito, cámbiame la hierbaaaaaa’”. Ese señor Pancholón es un viejo cochino y sinvergüenza, nunca cambiará. Se va a quedar viejo y solo. Me voy, cuídense.
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