Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un poderoso sancochado con carne de res, pollo, choclo, arroz blanco graneadito y ajicito molido. “María, todos tenemos problemas, por trabajo, dinero, decepciones amorosas, peleas conyugales, entre hermanos y otras cosas más, pero no es bueno vivir con odios ni rencores.
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Expertos psicoterapeutas recomiendan dejar atrás lo malo, cerrar los ciclos, respirar hondo, evitar el estrés y mentalizarse en salir adelante. Pueden parecer frases cliché, pero si uno piensa que sí puede, es más fácil.
El optimismo es la predisposición a entender y analizar la realidad desde su aspecto más positivo. Se caracteriza por una tendencia a confiar en que el futuro sea favorable, lo cual contribuye a afrontar las dificultades con buen ánimo y perseverancia.
Una persona optimista logra identificar y valorar lo positivo de cada circunstancia o persona, intenta encontrar soluciones, posibilidades o ventajas. El pesimista, en cambio, tiende a desanimarse, ve todo como un cúmulo de inconvenientes y perjuicios.
Ser optimista es una ventaja que cobra mucha importancia a la hora de vivir situaciones complicadas. Hay muchos estudios que indican que el optimismo no es solo un pensamiento, sino que se trata de una predisposición a que algo salga bien. Aquí te dejo algunos datos sobre lo positivo que es ser optimista:
- Mejor salud física y emocional. Los científicos han encontrado una relación entre el optimismo y una menor presión sanguínea o mejores niveles de grasa. Además, hay más predisposición a realizar actividad física, ingerir comidas sanas y dormir lo suficiente.
- Búsqueda de soluciones. Se enfrentan directamente a los problemas en vez de huir de ellos, idean un plan de acción, buscan ayuda o consejos de otros y se centran en las soluciones. El pesimista busca la negación, distanciamiento y evasión.
- Más persistencia. No se rinden con tanta facilidad como los pesimistas, lo cual les da más probabilidades de tener éxito.
- Refuerza el sistema inmunológico. El organismo de una persona positiva tiene más defensas, por lo que es menos propenso a enfermedades menores como la gripe y resfríos.
- Reduce el estrés. El optimismo puede proteger a las personas de la depresión y el estrés, aún a aquellas que corren un riesgo mayor de sufrirlos. Se ha demostrado que reduce los niveles de cortisol, la ‘hormona del estrés’.
- Más vida. Según diversos estudios, la mayoría de personas que viven más ven la vida desde su lado más positivo. Nada garantiza que una persona feliz jamás se enferme o muera, pero uno puede ahorrarse más de un dolor de cabeza si mantiene el optimismo”. Mi amigo Gary tiene mucha razón. Me voy, cuídense.