El Chato Matta llegó al restaurante por un sabroso lomo saltado con papas crocantes, una porción de arroz blanco graneadito, ajicito molido y su chicha morada fresquecita. “María, los años no pasan en vano, toda la vida he sido callejero, pero como buen viejo zorro ahora mido bien los pasos que voy a dar. Ya pasó la euforia, no me regalo. Estaba escuchando una de mis canciones preferidas del mexicano Christian Nodal. ‘No te contaron mal, no te voy a negar/ Sí nos besamos, nos entregamos/ Pero hasta ahí nomás/ Fueron unos cuantos besos, dos o tres caricias/ Me ganó el deseo de que fuera mía/ Hubo coqueteo, ¿y pues yo qué hacía?’...
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Ahora mis noches son sagradas, no salgo con cualquiera. Soy diferente al doctor Chotillo, que le va a todo lo que se mueve. Se va de avance y puede perder por goleada, como la vez pasada y lo peor es que no aprende la lección. Ahora con las nuevas tecnologías, cualquiera te puede grabar. Ellas también te graban, imprimen mensajes de ‘wasap’ y te arman un ‘file’ completito. Si quieres ‘abrirte’ de la relación y no seguir dándoles sus caprichitos, mandan el archivo completo a tu casa. Hace unas semanas, una venezolana hermosa le envió fotos, videos y mensajes de texto que tenía con el doctor a su esposa y estalló el escándalo. La mujer lo botó de la casa y lo peor es que con esas pruebas ella se ha buscado un abogado rataza y lo está amenazando con quedarse con la casa, el carro y la mitad de su sueldo. María, yo ando en otra.
Te cuento que ahora estoy saliendo con una chica que trabaja en una empresa grande y en la noche estudia Informática en una conocida universidad. A veces se parece a mi mamá. ‘Chatito, tienes a tus hijos que ya entran a una edad difícil. No puedes seguir portándote como un chiquillo. ¿Qué ejemplo les vas a dar?’, me encaró. Pucha, esta chica me sorprende. Mayte, así se llama, es muy madura para sus treinta años. Tiene detalles que me sacan de cuadro. La vez pasada me invitó a comer a un chifita por Jesús María, porque había cobrado, y antes de irse al tocador me dejó un papelito. Era un poemita: ‘Hay besos que producen desvaríos de amorosa pasión ardiente y loca.
Tú los conoces bien, son besos míos inventados por mí, para tu boca’. ‘Amorcito -me dijo cuando regresó-, cómo quisiera haberlo escrito para ti, pero es de la poetisa chilena Gabriela Mistral’. Pucha, María, esa chica tiene buenos sentimientos y siento que me quiere de verdad, pese a que le llevo muchos años. A mí también me gusta. En una cosa sí se pone brava: ‘Ya no camines con ese cochino del doctor Chotillo, es un sinvergüenza’. Tiene razón, el cirujano de las estrellas no pierde el tiempo y continúa con sus sacaditas de lengua, pataditas debajo de la mesa y siempre se ofrece para operar gratis a las chicas, sean solteras o casadas”. Qué bien que el Chatito haya encontrado a una buena mujer. Ojalá que siente cabeza de una vez porque si sigue así, se va a quedar solo. Me voy, cuídense.
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