Semana Santa en familia.
Semana Santa en familia.

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un pollito al sillao servido con arroz y rodajas de papa sancochada. Para tomar pidió una jarrita de limonada.

“María, se inicia la Semana Santa y el feriado largo. Muchos saldrán de viaje al interior del país o al extranjero. Otros más harán campamentos en la playa o el campo, y otros planean juergas en casa o en algún centro de diversión. El trago no faltará. La cosa es, dicen, divertirse, desestresarse, pasarla bien, pues ‘la vida es solo una’.

Todo muy bien, pero los feriados tienen un sentido: para el pueblo católico y cristiano en general, reflexionar sobre el sacrificio de Jesús en la cruz. Con su muerte ofreció un ejemplo supremo de compasión y perdón. Incluso, si uno no es creyente de la Biblia, estos días deberían ser para unir más a la familia, padres, hijos, hermanos.

Sobre todo ahora que el país vive una ola criminal sin precedentes que todos los días mata a choferes de transporte público y extorsiona a miles de familias. Hay que dejar de lado nuestros egoísmos, envidias o rencores, y abrir nuestro corazón. Vivir tranquilos no solo nos da paz, sino que prolonga la vida. El estrés, el vivir amargado es malo. No hay nada como ir por la vida sonriendo, sin preocupaciones y pensando cosas buenas.

Tengo unos vecinos que aprovechan estos días no solo en ir a misa, sino para reunirse como familia. Llegan los papás, los hijos casados, los nietos, sobrinos y arman parrillas. Todos ríen, cuentan anécdotas, bromean, planean viajes y la pasan bien. Al final, todos se van contentos, felices. Es una forma de amor. No discotecas, trago, juerga o maldad. Debemos hacer un esfuerzo por darle la importancia debida a la familia.

Los padres deben comunicarse más con sus hijos, escucharlos, hablarles, aconsejarlos. La vida es una sola. Los hijos también deberían aprovechar estos momentos para estar con los papás y no irse a la calle. En estas épocas cada vez es más difícil pasar tiempo con las personas que amamos.

Aprovechemos los feriados para disfrutar de ese placer”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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