El accidente se produjo en la avenida Universitaria. (Foto: Captura/Latina)
El accidente se produjo en la avenida Universitaria. (Foto: Captura/Latina)

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un cebiche de corvinilla con choclo y camotito sancochado y, para tomar, una limonada frozen.

“María, los accidentes de tránsito en nuestro país son un gravísimo problema que cada año causa más muertos que la inseguridad ciudadana. Parece difícil de creer, pero sí, los conductores peruanos son más mortales que los sicarios, ‘raqueteros’, ‘marcas’ y extorsionadores.

El récord de fallecimientos en las pistas el 2011 fue de 3 mil 531 víctimas, según estadísticas del Ministerio de Transportes y Comunicaciones. Y el año pasado, el número de muertos en las pistas fue de 3 mil 245. O sea que el promedio diario es de nueve fallecidos, de los que la mitad tenía entre 26 y 60 años. La mayoría de tragedias ocurren por negligencia de los conductores, quienes no respetan los límites de velocidad, realizan maniobras temerarias, conducen en estado de ebriedad o no hacen el debido mantenimiento a sus vehículos. En el caso de los buses de transporte interprovincial, además de todo lo señalado, sobrepasan la capacidad de carga de sus unidades y transportan a las personas como si fueran bultos o animales. No tienen ningún respeto por sus pasajeros.

La madrugada de ayer, en la provincia de Otuzco, La Libertad, un bus de la empresa Ibatursa cayó a un precipicio de 300 metros de profundidad, en el distrito de Charat, dejando al menos 19 muertos y 25 heridos. Entre los muertitos figura una policía femenina que viajaba con sus dos pequeños hijos, uno de los cuales, el varoncito de ocho años, también perdió la vida. ¡Tantas familias sumidas en el dolor por la pérdida irreparable de un ser querido!

Lo más triste es que esta historia se viene repitiendo desde hace décadas y no podemos cambiarla. Pero no solo pasa en las carreteras de provincias. La mañana del último domingo, un sujeto en estado de ebriedad atropelló a 11 personas en la avenida Túpac Amaru, cuando se disponían a subir a una combi. El saldo fue dos muertos y nueve heridos. Los gobiernos anteriores y el actual de Martín Vizcarra no han implementado una política de Estado para frenar este baño de sangre en las pistas. Cómo es posible que incontables personas sin brevete, o con uno vencido, se pongan al volante de un auto o incluso de un vehículo de transporte público y que esto solo sea considerado una infracción administrativa. ¡¡Estamos hablando de vidas humanas!!

Los accidentes de tránsito aumentan en las últimas semanas de cada año, así que solo queda tener mucho cuidado, tanto conductores como peatones. Los choferes deben entender que respetar los límites de velocidad y manejar a la defensiva puede salvar muchísimas vidas”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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