Robos por todos lados

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante a recoger su pedido: papita rellena, pollito al sillao con arroz blanco bien graneadito y anís calientito para bajar la grasita. Quedó en llamarme cuando terminara su jornada laboral y, como siempre cumple con su palabra, así lo hizo. “María, muchas veces salgo de comisión con los ‘Tigres’ de Policiales y cuando pensaba que había visto todo en lo referente a robos y otros actos ilícitos, los delincuentes salen con nuevas modalidades para hacer de las suyas.

Es increíble cómo estas ‘joyitas’ maquinan cosas para el mal. Por eso creo que deberían haber penas más severas para los criminales, pues estos se ríen de las que existen. Muchos delincuentes saben que si los atrapan saldrán al poco tiempo de las cárceles y volverán a las andadas. Aunque no lo creas tienen su propio pull de gente que los asesora legalmente y van al arreglo bajo la mesa. Y que nadie se sienta ofendido y se rasgue las vestiduras, porque lo que estoy diciendo es un secreto a voces. La corrupción en nuestro país se da en todas las esferas, policía y fiscalía.

Hace unos días, una familia denunció que iban de noche por la Panamericana Sur, cuando de pronto sienten que una piedra impacta en su vehículo. Como es lógico, bajan la velocidad y es ahí cuando dos carros, uno adelante y otro atrás, les cierran el paso y los obligan a detenerse. Después los rateros bajan con pistolas, los amenazan y les roban todo lo de valor. Todo esto hace que la sangre me hierva, porque estos miserables son capaces de matar por llevarse unos celulares o un poco de dinero. A la Policía les está faltando manos. ¿Los militares podrían ser de ayuda en la lucha contra la delincuencia? Creo que si son bien capacitados, podría ser una alternativa a considerar. A continuación, te detallaré algunas de las nuevas modalidades de los fascinerosos.

La encuesta: llegan hasta tu casa supuestos encuestadores y cuando les abres la puerta, se meten con todo, te apuntan con armas de fuego y exigen que les entregues todo lo de valor.

El colectivo: falsos choferes y falsos pasajeros secuestran a sus víctimas y las pueden tener cautivas por varias horas para vaciarles sus cuentas. Luego las dopan y las arrojan a la calle.

La piedra: arrojan una piedra a tu vehículo, hacen que te detengas y en ese momento te caen con todo. No les importa si vas con mujeres y niños, a todos los apuntan con armas de fuego.

La venta: es cuando un falso vendedor ofrece sus productos al chofer del vehículo. El conductor se distrae y, por el otro lado, un compinche se lleva todo lo que puede”. Pucha, la delincuencia cada día está está más avezada. Me voy preocupada, cuídense.