Es necesario mayores requisas en los penales del Perú.
Es necesario mayores requisas en los penales del Perú.

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un lomo a lo pobre con sus papas fritas, huevo y arrocito. Para tomar pidió una jarrita con emoliente. “María, el Perú sufre un ataque armado interno como en la época del terrorismo. Ya no es Sendero Luminoso o el MRTA, sino organizaciones criminales tan sanguinarias y poderosas como el Tren de Aragua, Los Injertos del Cono Norte o Los Pulpos.

Estos grupos no solo delinquen aplicando secuestros, extorsión, sicariato, trata de mujeres o asaltos, sino que han penetrado a la Policía Nacional, el Poder Judicial, Fiscalía e INPE. Se necesitan soluciones integrales, que no pasan solo por decretar estados de emergencia y que el Ejército salga a las calles.

Es necesario cambiar las leyes, construir más penales, destituir a los jueces y fiscales corruptos, sacar a los agentes del INPE que ayudan a los presos a que sigan extorsionando desde sus celdas y que la PNP patrulle las 24 horas del día las calles.

Todos los agentes deben hacer operativos. Que no haya ninguno ocupando escritorios o haciendo papeleo. Para eso están los empleados civiles. Todo el mundo sabe que muchos asaltos, asesinatos y pedido de cupos se planifican desde las prisiones. Allí, los presos más ranqueados viven a cuerpo de rey, con Internet, televisor, frigobar y hasta aire acondicionado.

Por eso, son precisas las requisas diarias, con apoyo de militares, para decomisar celulares y armas. Asimismo, peinar todos los días los alrededores de los penales con apoyo de militares, para traerse abajo las torres de Internet que dan wifi a los presos.

Como en la época del GEIN, que capturó sin disparar un solo tiro a Abimael Guzmán, el diabólico cabecilla de Sendero Luminoso, es necesario aplicar la inteligencia, a fin de capturar una a una a las cabezas de las organizaciones criminales, como ‘El Monstruo’, ‘John Pulpo’ y otros más.

Adicionalmente a eso, construir penales inexpugnables, donde los delincuentes más peligrosos sean enterrados en vida, sin posibilidad de recibir visitas, confraternizar con otros presos o salir al patio. De esa manera la sociedad estaría más protegida”. Me voy, cuídense.

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