Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un pollito al horno con papas doradas y ensalada de lechuga, tomate y palta. Para tomar pidió una jarrita de jugo de maracuyá.
“María, diciembre es un mes muy estresante para los millones de peruanos. No solo porque uno anda con la correteadera de la compra de regalos, clausura escolar, chocolatadas del trabajo o de la escuela, reuniones con los amigos de toda la vida y hasta de visitas a los familiares, sino también porque el tránsito se vuelve infernal.
Además, empieza el verano y el fuerte calor altera los nervios, en especial de los que viajan en las atestadas unidades del Metropolitano o los buses. El estrés trae consigo enfermedades, como las del corazón, úlceras, dolores de cabeza y otras más. Por eso, yo trato de salir de casa relajado. Me despido con un beso de mi esposa y de mis hijas y voy silbando una canción. Los fines de semana la paso con mis amigos peloteando o tomando unas chelitas. Además, trato de ir a las fiestas que me invitan para bailar, reirme a carcajadas o pasarla bien. Eso es gozar la vida. Porque no todo es trabajo.
También tiene uno que darle espacio al relajo, al esparcimiento y la felicidad. Hoy en día mucha gente acaba en el hospital porque para todo el día malhumorada, preocupada o asustada. En la ciudad el tiempo pasa rápido, todos corren y se empujan, y en el transporte público la gente se pelea. Conozco a personas que no pueden dormir en la noche por las preocupaciones o porque vienen muy tensas de la calle.
- Haga deporte. Salga a correr, juegue fulbito, básquet o lo que desee. Así libera toxinas y tensiones.
- Ríase de todo. Sea alegre. Cuente chistes o anécdotas con sus amigos o familia. Siempre deje un espacio para la tertulia.
- Salga a tiempo de casa para que no ande corriendo o quejándose.
- Coma bien y duerma mejor, al menos ocho horas al día. Dese un buen baño y salga alegre de casa.
- Rece antes de salir a la calle. Y agradezca a Dios por los alimentos y la buena salud.
- Haga karaoke en casa. O vea películas con sus hijos. Salgan a dar una vuelta en familia”.
Gary tiene razón. Me voy, cuídense.