Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un arroz con pollo acompañado de papa a la huancaína y su huevito montado. Para tomar pidió una jarrita de limonada. “María, ayer fue el partido entre Perú y Argentina por las Eliminatorias al Mundial 2026. Al margen del resultado, me llamó fuertemente la atención que cientos de personas, muchos de ellos niños, hayan ido al hotel de concentración de los albicelestes a hinchar por los extranjeros y Lionel Messi.
Algunos viejonazos hasta hablaban con acento rioplatense y cuando les preguntaban de dónde venían, decían de Huánuco, Chiclayo o Apurímac. Entiendo que, por el fenómeno de la globalización, un futbolista de la talla de Messi pueda ser ídolo de muchas personas que les gusta el fútbol, pero de ahí a olvidarse de nuestros colores y alentar a una selección que no es la nuestra hay mucho trecho. ¿Dónde está el amor a la patria? ¿Así estamos?
En los colegios lentamente se ha ido dejando las clases de Educación Cívica, donde se resaltaba a nuestros héroes y próceres, quienes eran tomados como ejemplo. Ahora los chicos siguen más a Maluma, Bad Bunny o Karol G, que al Zambo Cavero o a Eva Ayllón.
Pero esa también es labor de los padres. Cuando yo estaba chiquito, con nuestros amigos nos peleábamos en las pichangas para ser Cubillas, Uribe, Cueto o ‘Cachito’ Ramírez. Esos eran nuestros ídolos del fútbol. Nadie decía ‘yo soy Pelé’, ‘yo soy Maradona’ o ‘yo soy Zico’. Pero bueno, son otros tiempos.
Está en nosotros inculcar el amor por nuestros colores ante todo. Porque la discusión parece banal, pero así se puede iniciar la descomposición del país. En sociología hay un término que se llama ‘control social’. ¿Cómo hacer para que millones de habitantes de un país decidan amar y defender el territorio? Hay muchas maneras: con leyes, teniendo un ejército, pero sobre todo haciendo que, desde chicos, todos los ciudadanos sientan amor y piensen que esta tierra les pertenece y nadie se las debe arrebatar.
Por eso existen los himnos, los colores de la bandera, nuestros héroes y hasta los traumas que nos dejan las guerras, como la que tuvimos con Chile. Entonces, hay que trabajar desde ahora en los colegios y resaltar el sacrificio de nuestros héroes, como Grau, Bolognesi, Cáceres o Quiñones. Solo así no asistiremos a imágenes tan extrañas como ante Messi: que haya peruanos que deseaban que gane Argentina ante Perú. Eso no debe volver a pasar nunca más”. Muy buenas palabras de Gary. Me voy, cuídense.