Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un chanchito a la caja china servido con papas doradas, ensalada y ajicito molido. Para calmar la sed pidió una jarrita de naranjada. “María, la farándula nacional no tiene pierde. Uno nunca termina de sorprenderse con lo que pasa, por ejemplo con la reconciliación de Christian Domínguez y Karla Tarazona, con besito incluido, luego de años de estar separados a raíz de la infidelidad del cantante con la ‘Chabelita’. Espero que esta vez sí sean felices y que inicien una etapa más madura. Pero así como ellos, miles de parejas en todo el país, que no tienen la notoriedad de Karla y Christian, pasan por lo mismo. Especialmente cuando tienen hijos pequeños.
Muchas veces los padres que ‘sacan los pies del plato’ terminan regresando al hogar luego de que se les terminó la etapa de calentura. Eso siempre y cuando la esposa los haya perdonado y otorgado otra oportunidad. Los hijos son los que más se alegran al ver a papá y mamá otra vez juntos. Es es impagable. Los hijos necesitan tener a sus progenitores al lado, pero también vivir en un ambiente de paz y seguridad. Lo peor es que crezcan viendo a sus papás cómo se pelean o se acusan de cosas feas. Por eso, uno debe estar bien seguro al reiniciar una relación que terminó mal. Algunos aconsejan que antes vayan a un especialista que los ayude en estos temas para cerrar heridas. En algunas mujeres, como puede ser el caso de Karla, hay un deseo de encontrar una pareja como sea, por un trauma de niñez. Necesitan a alguien fuerte a su lado y por eso siempre andan en relaciones de casada.
- Antes de regresar con tu expareja, desarróllate como ser humano, como profesional, para que nunca más dependas ni económica ni emocionalmente de una persona.
- Antes de dar un paso así, piensa en tus hijos. ¿Les conviene a ellos? ¿Hay peligro de que vivan una vida de pesadilla?
- Ponte en manos de un psicólogo que te ayude a afirmar tu personalidad y saber si realmente necesitas a ese hombre o a esa mujer a tu lado”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.