Pancholón abandonó su barrio y se refugió en el trago.
Pancholón abandonó su barrio y se refugió en el trago.

El Chato Matta llegó al restaurante por una chuleta de chanchito con una porción de arroz blanco, ensalada fresca y ajicito molido. También pidió una jarra de limonada. “María, el gran Pancholón, me mandó un mensaje al wasap. ‘Chatito, baja urgente al sauna, somos los que somos’.

TROME | Josimar le dedica Vagabundo a Pancholón
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Apenas llegué, el gordito sudaba a más de 50 grados a puro eucalipto. ‘Causita- me dijo- la columna de la semana pasada causó revuelo en todo San Martín de Porres, pues conté cómo me traicionó la mujer que amaba. Ahora todos me ven ganador con camioneta, dólares y mujeres, pero este corazoncito también sufrió por amor.

Corría la época donde estaba en la universidad, cuando ni siquiera imaginaba que iba a ser un relator famoso y un abogado exitoso. Era solo el hijito de mi viejo ‘Mazamorra’, que me pagaba los estudios. Además, tenía una enamorada, ‘La Toffy’, a la que amaba con locura, la más hermosa del barrio. Una morocha espectacular. Puro besito y respeto, porque quería llegar pura al altar.

De pronto, mi dulce niña comenzó a rechazarme. No contestaba mis llamadas a su teléfono fijo, pues no había celular en esos tiempos. Entonces, enfermo de celos, empecé a hacerle la guardia. Una noche vi un Volkswagen estacionado en su puerta.

Toqué desesperado, su mamá salió y me miró con una cara de odio. ‘¿Qué quieres?’, me dijo la vieja. ‘¡Quiero ver a La Toffy!’, grité. ‘Ella está con su novio. Un hombre importante y trabajador, no un hijito de papá como tú’, respondió la tía. En eso salió un chato cholón con una barriga chelera, pero con un cadenón de oro en el cuello.

¡Era el cholo Huaraca! Con aires de mandón me gritó: ‘Arráncate, porque ella es la futura bailarina estrella de mis programas, es mi mujer y no perderá más el tiempo con un chibolo que solo le invita salchipapas de ambulante en la avenida Perú’. En eso salió ‘La Toffy’. ‘Mi amor... ¿y todos nuestros planes?’, le pregunté todo sanazo. ‘Pancho, lo siento, ya fuiste. Huaraca es mi amor’.

El cholón, al ver que me le iba encima, sacó un pistolón y me lo puso en la sien. ‘Quieto, gordito, desaparece’. Me fui blanco de miedo. Abandoné el barrio y me refugié en el trago. Desde esa época juré que nunca más me iba a enamorar y ahora vivo la vida loca. Salgo con una y otra, hacemos el amor en La Posada y me arranco. Ahora que se viene mi cumpleaños viajaré a Miami y me encontraré con mi hermano , quien siempre me manda videos.

‘Bueno, este video va con todo cariño para mi abogado Pancholon: Tú eres un vagabundo/ que anda por el mundo derrochando amor... Te gusta la farra y las mujeres buenas/ vivir con amigos/ vaciando botellas/ te gusta la vida, te encanta el alcohol/ eres Pancholón con el corazón. Tu amigo Josimar, Pancholón, ahhhhhhh’”. Pucha, ese señor Pancholón es un cochino y sinvergüenza. Va a terminar viejo y solo por mujeriego. Me voy, cuídense.

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