Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por unas chuletas de chancho doraditas, con rodajas de papas nativas, ensalada de cebolla y hierbabuena, rocotito y, para tomar, una chicha morada fresquecita. “María, es terrible la forma de actuar de los criminales hoy en día. No tienen ningún código que los diferencie de las alimañas, pues asesinan con saña a niños y mujeres. No justifico nada, pero hubo un tiempo en que los delincuentes por lo menos tenían vergüenza de meterse con menores, mujeres y ancianos.
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Ahora pasa todo lo contrario. Como lo vimos en los videos de seguridad en que tres sicarios asesinan a alias ‘La Tota’, a sus padres, a su esposa y a sus dos hijos menores de edad. Una bestialidad sin nombre. Algo parecido pudo ocurrir en un mall de Santa Anita, donde despreciables gatilleros dispararon a alias ‘Negro José’ cuando este se encontraba comiendo en una pollería. No solo lo balearon a él, sino también a una señora y a su hija pequeña de ocho años que nada tenían que ver, quienes estaban en otra mesa.
¡Ahora salir a comer puede costarnos la vida! También está el indignante caso del apodado ‘Tropa Alex’, un sujeto que presta servicios en las Fuerzas Armadas y hace unos días fue capturado porque a fines de enero asaltó a un adolescente de 16 años, al que tras robarle el celular lo lanzó a un abismo de ocho metros de profundidad, donde había rocas y fierros, como se ve en un escalofriante video. El menor sufrió lesiones graves mientras el psicópata vendió el teléfono en 150 soles.
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Por eso, estoy de acuerdo con la cadena perpetua que acaba de recibir Luis Ormeño López, de 30 años, por asesinar a sangre fría al estudiante universitario Derik Telles Vigo el 2 de octubre del año pasado, cuando salió de casa para asistir a su primer día de trabajo en la Municipalidad de La Victoria. Además de estudiante y trabajador, Derik era un disciplinado deportista que practicaba surf.
¡Tenía tantos sueños, tantas metas, pero un balazo acabó con todo y desde entonces ha sumido a sus seres queridos en el más profundo dolor! El homicidio fue grabado por cámaras de seguridad y se ve al joven que se resiste al robo. El inhumano hampón le dispara en el pecho y, tras verlo caer agonizante, no tiene ningún reparo en quitarle el celular.
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Ya es tiempo de ponerle freno a esta barbarie criminal que arrebata la vida de inocentes, de niños, jóvenes, mujeres y ancianos. Los fiscales y jueces deben actuar con mayor rigor y no dejar libres a tantos asesinos.
Los apodados ‘Loco Franco’ y ‘Willy’, señalados por la Policía como autor intelectual y el sicario que asesinó a los hijos de ‘La Tota’, respectivamente, fueron capturados meses antes por otros delitos, pero rápidamente se les dejó en libertad. La cadena perpetua impuesta a Ormeño debe ser un ejemplo para todos”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.