Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un pollito al horno, parte pierna con ensalada rusa, rocotito molido y, para tomar, un emoliente tibiecito. “María, es una excelente noticia el anuncio de que en noviembre próximo, en solo unos pocos meses, el distrito más poblado del Perú, San Juan de Lurigancho, contará con un enorme y moderno centro comercial. viene realizando una inversión de 85 millones de dólares y proyectan que dicho lugar recibirá hasta dos millones y medio de visitantes cada mes. Tendrá unos 200 locales de conocidas marcas como Adidas, Triathlon, Plaza Vea, Cineplanet, Promart, Skechers, Renzo Costa, Ripley, Oechsle, Rústica, La Leña y muchos otros, además de emprendimientos de la zona.

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Estudios de mercado señalan que San Juan de Lurigancho es un mercado socioeconómico igual o mejor incluso que Lima Norte, con personas de clase media que buscan comodidades y pasar buenos momentos. Decía que esta es una gran noticia porque esta inversión privada viene generando 2 mil 500 puestos de trabajo en la construcción del centro comercial y habrá otros 2 mil 500 puestos cuando esté en funcionamiento. Más inversión privada es sinónimo de más trabajo y, por lo tanto, de mayor bienestar para el trabajador y su familia. El lugar está ubicado en la avenida Lurigancho con Próceres de la Independencia, cerca a la Línea 1 del Metro de Lima, y entrará en operaciones justo en plena campaña de Navidad.

Esta iniciativa también beneficiará a las personas de los alrededores, pues sus predios se valorizarán, además de que tendrán más y mejores servicios y productos a la mano. En estos tiempos de crisis económica, cuando varios economistas señalan que el país está en recesión o a puertas de ella, queda claro que obras de este tipo son las que necesita el país. El gobierno tiene la obligación de facilitar la inversión privada, no solo de las grandes empresas, sino también de los pequeños emprendimientos.

Una microempresa da trabajo por lo general a varios miembros de la familia, las pequeñas empresas contratan un poco más de gente. Y si sumamos miles de micro y pequeñas empresas, el resultado será que muchos miles de peruanos cuentan con un trabajo que les dé una mejor calidad de vida, que les permita hacer realidad sus sueños, como dar mejor educación a los hijos y, por los tanto, permitirles un mejor futuro. Muchos de los que trabajarán en el nuevo centro comercial serán jóvenes y es una alegría, pues no hay circunstancia más terrible y desalentadora para un muchacho que no tener la oportunidad de trabajar. El desempleo frustra y desanima. Los jóvenes deberían contar con la posibilidad de tener un trabajo digno para comenzar a alcanzar sus metas”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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