Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una sopita de morón, milanesa de pollo con papas fritas y, para tomar, refresco de ciruelas. “María, ayer mataron a balazos a una joven venezolana que estaba sentada en una vereda, en Villa El Salvador. El homicidio habría sido obra de la mafia que domina la prostitución en ese distrito.
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Debe ser la décima muerte por ese motivo en los últimos tres meses en Lima. En marzo, pistoleros a sueldo ultimaron a una chica cerca a Puente Nuevo, en El Agustino, y otros criminales hicieron lo propio con dos mujeres más en el Cercado de Lima. Ciertamente, la prostitución clandestina ha crecido enormemente en la capital y el resto del país.
Ya no está confinada, como era antes, a las avenidas Arequipa y Colmena. Prácticamente todos los distritos tienen un problema social allí. Más aún con la masiva llegada de venezolanas y colombianas al país, captadas por mafias que las explotan y roban su dinero.
Muchas de las víctimas llegan al Perú para huir del hambre en sus lugares de origen. Pero también hay peruanas que son engañadas con el cuento del trabajo. Ellas prácticamente son secuestradas por organizaciones criminales. Esto pasa en Lima, pero es un problema de años en lugares alejados y con poca vigilancia policial, como son los campamentos mineros ilegales en Madre de Dios y La Rinconada, en Puno, a donde han llegado miles de hombres atraídos por la fiebre del oro.
Las víctimas son hacinadas en inmundos prostíbulos con fachada de cantinas. Como decía, adolescentes y jóvenes que ven sus posibilidades de crecer económicamente truncadas por la falta de dinero, caen en las garras de los mafiosos, que les ofrecen grandes sueldos en poco tiempo. Por eso hay que estar muy atentos. Aquí les damos algunos consejos para que sus hijas, sobrinas o gente de su entorno no caigan en la prostitución:
- No creas en los contratos fuera de casa, donde les ofrecen grandes sueldos, sobre todo cuando no tienes una profesión.
- Las mafias trabajan al secretismo. Si alguien te ofrece un trabajo de esos, informa a tus padres o tutores. Incluso visita esas supuestas oficinas de reclutamiento. Anota teléfonos o cualquier forma de identificarlos.
- Nunca te embarques con extraños, ni recibas dinero por nada. No existen los buenos trabajos sin haber hecho nada por la vida.
- Es necesario que los padres aprendan a usar internet y cerrar la brecha digital con sus hijos. Para saber qué hacen en la web. Me voy, cuídense.