El fotógrafo Gary llegó al restaurante por su rico seco de res con frejoles, arroz blanco graneadito y su rocotito molido. Para calmar la sed, pidió una jarrita de agua de emoliente y cebada. “María, tempranito se apareció en la Redacción mi amigo, el gran periodista y marketero ayacuchano, Malcom Mendocha. ‘Gary, me dijo, desde sus inicios conocí a Lucía de la Cruz, ‘La reina de los festivales’ y siempre admiré su temperamento criollo.
La aplaudí en el ‘Festival de Ancón’, compitiendo con Ricardo Montaner, cuando inmortalizó: ‘Vieja limeña’. Tuvo una vida dura desde niña. En su barrio de Chorrillos, mientras colgaba la ropa, que su mamá lavaba a domicilio, Lucía de la Cruz cantaba valses antiguos. Su papá era pescador y renegaba al escucharla.
Aun así, con infantil pero prodigiosa voz, Lucía de la Cruz logró actuar en las peñas, con el respectivo permiso de un juez. Hasta que pisó ‘El Parral’ del Rímac y Luchita Reyes le auguró que ¡sería su sucesora!
Lucía de la Cruz se apoderó de los escenarios con fuerza interpretativa y derroche de carisma. Viajó a Los Ángeles, amadrinada por la reina Jesús Vásquez. De ahí partió a Europa, para cantar y llorar con los peruanos en Estocolmo entonando: ‘Yo perdí el corazón’.
Entre voces y acordes, Lucía de la Cruz mantuvo idílicos romances. Pero, Percy García, mucho menor que ella, llenó sus fogosos deseos y auténtico amor. Cuando falleció, quedó devastada y se refugió en días tormentosos. Una noche no paró de llorar y sollozó: ‘Hermano, quiero pasar a mejor vida’. Me asusté.
Pero Lucía de la Cruz volvió como el ‘Ave Fénix’, abarrotando locales. Una vez, el ‘Negro lindo’, Augusto Ferrando, me dijo: ‘Mendocha, ¡vámonos con Faucett! a Miami. Voy a presentar en la peña a mi sobrina Lucía junto a Lucila Campos’. Nunca olvidaré ese memorable show. Y una de las travesuras de la criolla cuando le hizo ojitos y abrazó a un agente, cantándole: ‘Quiero que estés conmigo’.
Lucía de la Cruz se quebró en el homenaje a su compositor favorito: Augusto Polo Campos, quien en silla de ruedas le susurró: ‘Eres única cantando ‘Cada domingo a las doce’’.
A Lucía de la Cruz le han dicho de todo, pero siempre tiende la mano bondadosa. No dudó en apoyar y vestir a su imitadora de ‘Yo soy’, incluido con perforación de cejas y uñas acrílicas. En las calles y peñas la gente siempre me dice: Lucía es la mejor cantante criolla del Perú”. Pucha, el señor Mendocha siempre junto a grandes estrellas del país. Me voy, cuídense.