Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un espectacular plato de pollo tipakay servido con arroz chaufa. Para tomar pidió una jarrita de refresco de mandarina. “María, el sol está haciéndose sentir más seguido y durante más horas en estos primeros días de primavera. Desde tempranito ya nos empieza a acompañar el calorcito que nos da otra energía para iniciar el día, ya sea en el trabajo, el colegio o la universidad. Además, es un escenario ideal para hacer deporte o ejercicios físicos, tengamos 15, 20, 30 o 60 años.
Caminar, correr, jugar a la pelota nos hace más jóvenes. Es sabido que el ejercicio físico previene y controla enfermedades como la diabetes, la hipertensión arterial, la osteoporosis, las enfermedades cardíacas y algunos tipos de cáncer. También ayuda a mantener un peso saludable, a mejorar el equilibrio y a reducir el riesgo de caídas.
No solo eso, reduce los niveles de estrés y ansiedad, mejora el estado de ánimo y reduce los sentimientos de depresión. Pero, sobre todo, es barato. Basta con ponerte tus zapatillas, un polo y un short para correr hacia el parque de tu barrio y ejercitarte. No hace falta inscribirse en un carísimo gimnasio ni contratar un ‘personal trainer’.
Según los especialistas, la actividad física puede mejorar o mantener la capacidad de cambiar rápidamente entre tareas o planificar una actividad. Asimismo, mejorar los niveles de energía y aumentar la confianza sobre la apariencia física, lo que puede estimular la vida sexual. Mira lo que te estás perdiendo.
- Sigue una planificación y establece días fijos y horarios para hacer ejercicio.
- Mantente hidratado durante la actividad. Lleva siempre una botella de agua para tomar cada momento.
- Calienta antes de empezar a hacer ejercicio. Así evitarás dolores posteriores a los tendones o nervios.
- Los médicos recomiendan hacer al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana.
- Usa ropa cómoda y calzado adecuado”. Me voy, cuídense.
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