Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un escabeche de pescado con arrocito blanco, rocotito molido y una manzanilla para tomar. “María, los expertos en seguridad coinciden en señalar que uno de los peores errores que una víctima de asalto puede cometer es enfrentarse a los delincuentes. Es lo que hizo la cantante Leslie Shaw la noche del último martes, cuando llegaba con su vehículo a su casa en San Isidro. Cuatro miserables aparecieron en un Mercedes Benz de lunas polarizadas y la asaltaron para llevarse su lujoso auto, de la misma marca. Ella se resistió, pidió ayuda a gritos y los delincuentes le reventaron la ceja con la cacha de una pistola y hasta dispararon. Leslie pudo haber sido asesinada. Se salvó de milagro. Los delincuentes finalmente se llevaron su vehículo y dejaron a la artista tirada en la vereda, sangrando y aterrorizada.
Hace unas semanas, reacción similar tuvo el dueño de una pizzería en la cuadra 20 de la avenida Militar, en Lince, cuando cuatro pistoleros ingresaron a su local a robar. Edgardo Maraví Mesa recibió dos disparos en el tórax y quedó entre la vida y la muerte, mientras su hijo Jonathan Maraví, un agente de Instituto Nacional Penitenciario, recibió un disparo en la pierna. Los maleantes hicieron todo eso solo para llevarse siete mil soles y una laptop. ¿Tan poco vale para estas alimañas la vida de una persona? Pues sí, para ellos la vida no vale nada, salvo la suya. Y no se hacen problemas en matar por muchísimo menos. Estos individuos son unos malditos que asesinan ante el menor motivo, e incluso así no les den excusas. Leslie Shaw vio la muerte cara a cara y por eso, horas después de la pesadilla vivida, escribió en Twitter: ‘¡Gracias, Dios! Muchas gracias por cuidarme (...), esto pudo haber tenido un final muchísimo peor (...). Amo la vida y esto me sirve para apreciarla muchísimo más!”. ¿Qué hacer si eres víctima de asalto por un delincuente armado? A continuación, algunos consejos de expertos:
- Jamás reaccionar con violencia. Es fundamental mantener la calma y no mirar a los ojos al delincuente, porque puede asumir que lo estamos retando.
- Obedezca al delincuente. Si le pide entregar sus pertenencias, hágalo. Los objetos materiales no son nada frente a la vida y la salud. Lo importante es que el episodio termine lo más pronto posible y el sujeto se vaya.
- Haga sentir al criminal que él tiene el control de la situación. Si debe hablarle, hágalo calmado, con respeto, sin insultarlo.
- No hacer movimientos bruscos. Intentar esconder la billetera, joyas o el celular es peligroso, pues el ratero puede creer que queremos sacar un arma para atacarlo.
- Pasado el robo, haga la denuncia ante la policía. ¡No deje de hacerlo!”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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