Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un rico sancochado con carne de res, pollo, col, papa, choclo y una porción de arrocito blanco. Para bajar la grasita se pidió una jarra de anís calientito. “María, la delincuencia está peor que nunca. Me dio mucha pena leer en Trome el caso de doña María Hilario, una madres de tres hijos que con mucho esfuerzo sacó adelante su negocio de celulares en San Martín de Porres. Pero resulta increíble que ya le hayan robado ¡5 veces! y nadie la proteja.
La policía no le da ninguna seguridad. No existe en esa zona de la capital. Es evidente que faltan más agentes del orden que protejan a los ciudadanos. Espero que esta mujer reciba ayuda para volver a levantar su negocio con el cual mantiene a sus hijos, a quienes los malditos delincuentes ya los han encañonado en asaltos anteriores.
De otro lado, no hay día que no veamos a los malditos en motos y mototaxis bajarse a la carrera para atacar a estudiantes y trabajadores para arrebatarles sus celulares, billeteras y carteras. Disparan a matar sin dudarlo. Da rabia que te roben lo que te ha costado conseguir con mucho esfuerzo, pero es mejor no oponer resistencia.
Esperamos que el ministro del Interior forme equipos de inteligencia que trabajen día y noche para evitar tantos robos. A los ciudadanos honestos solo nos queda estar atentos en las calles. Algunos consejos de seguridad que podrían hasta salvarnos la vida:
No retirar sumas importantes del banco. Tampoco divulgue que irá a cobrar. No use cajeros automáticos alejados, en lugares solitarios o de noche. Trate de ir acompañado por alguien de su confianza y ponga el dinero dentro de la ropa y no en un maletín o cartera.
Fíjese en las personas alrededor al momento de retirar el dinero. Note si hay motos cerca o carros con lunas polarizadas. No tome taxis estacionados en el lugar, pues podrían ser ‘marcas’.
Asegure puertas y ventanas. Invierta en mejorar la seguridad de su hogar: coloque cerrojos, barras de seguridad, rejas. Si puede, ponga cámaras de video y organícese con sus vecinos.
Trate de tomar taxis formales o de conocidos. Si toma uno de la calle, mande a alguien de su confianza, por mensaje de texto, WhatsApp u otro medio, la foto o el número de la placa. No duerma en el viaje y esté alerta.
Evite estacionar su vehículo en la vía pública. Elija las playas de estacionamiento.
Si un carro golpea su vehículo, fíjese bien en sus ocupantes. No se baje a la loca, porque podrían asaltarlo.
Si está en la calle, restaurante o cualquier otro lugar abierto, esté siempre atento y cuide sus pertenencias.
Si es víctima de asalto, no oponga resistencia. Enfrentar a los delincuentes podría costarle la vida”. Pucha, mi amigo Gary tiene mucha razón. La seguridad es muy importante. Me voy preocupada, cuídense.
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