Mi amigo, el fotógrafo Gary, pasó rapidito por el restaurante y se llevó un tallarín saltado con trozos grandes de pollo, arroz chaufa y una jarrita con agua de hierba luisa caliente.
“María, ayer domingo llegué tempranito al diario y me encontré con mi amigo, ‘El Sonámbulo’, el legendario periodista de Policiales. En invierno, primavera o verano siempre está vestido con su gabán negro. 'Quien recorre las madrugadas para encontrar cadáveres siempre sentirá el frío de la muerte. El veterano periodista nunca trabajó en otro horario que no sea el ‘lechucero’ y el editor le propuso que dejara de ser reportero para ser el jefe de la sección, pero el periodista es de la ‘vieja escuela’ y respondió que quedarse sentado en la redacción es como si le cortaran las manos y las piernas. ‘La calle es mi lugar, pues ni la pandemia puede conmigo, tengo que estar donde está la noticia’, les dice a los jóvenes del diario.
'Regreso de una comisión penosa. Estuve de incógnito en el entierro de José Vinces Manzanares, el querido ‘Pussy’, chalaco antiguo, quien fue el creador y promotor de las famosas ‘Caras de Atahualpa’, donde llegaron figuras internacionales como Charlie Aponte de ‘El Gran Combo’, Ismael Miranda, Tego Calderón, Vico C y muchos más. Convirtió una zona roja del primer puerto en un barrio turístico y ese fue su gran legado en busca de la paz.
La delincuencia está imparable y las ‘lacras’ abundan, esas que no respetan nada y te disparan si te niegas a darles dinero, les dices que no roben en el barrio o solo porque los miraste mal. Zonas como Áncash, Loreto y Vigil se han vuelto intransitables. Siempre he tenido familia que vive en el Callao y, si bien es cierto, siempre sus calles fueron ‘movidas’ y ‘picantes’, nunca llegó a estos niveles donde chiquillos de 14, 15 o 16 años andan armados y se agarran a balazos con pandillas de otras zonas. O te matan salvajemente por cupos de las obras de construcción civil. Es increíble que no haya autoridades que puedan poner fin a esta barbarie. Las familias chalacas antiguas se han mudado o viven en constante terror. Aquí ya no ingresan ni camionetas de reparto de alimentos y gaseosas, porque las asaltan a punta de pistola. Tampoco cobradores o motos. Hasta vehículos modernos son asaltados a la mala y, si se opone resistencia, uno puede incluso perder la vida. Según me cuentan los vecinos de varias décadas, la culpa de toda esta proliferación de violencia la tienen aquellas malas autoridades corruptas de ‘Chim pum Callao’ que dieron armas a delincuentes y ahí empezó todo este infierno que se vive. Solo queda tener esperanza de que esto acabará y el primer puerto volverá a ser el lugar acogedor y digno de toda su buena gente'”.
Pucha, qué triste situación. Me voy, cuídense.