Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un tallarín al pesto servido con una planchita de bistec. Para calmar la sed pidió una jarrita con refresco de maracuyá. “María, estoy sorprendido por el caso de Rony Rivan Shapiama Wickham (19), ‘Rony’, quien interpretó a Paolo Guerrero de niño en la película sobre el delantero íntimo. La Fiscalía lo acusa de matar a balazos a un menor de edad, hincha de un equipo rival, en Villa El Salvador. Shapiama, quien tenía un futuro promisorio como actor y futbolista, malogró su vida al ir por la senda del mal. Integraba el equipo de la Universidad San Martín, forjador de cracks, pero esa institución decidió apartarlo. Según publicó Trome, cuando ‘Rony’ era niño su madre fue detenida y desde hace diez años está presa en el penal de Mujeres de Chorrillos (ex Santa Mónica) por tráfico ilícito de drogas. Años después su padre Rony Shapiama Ycochea falleció. Quedó a cargo de sus abuelos en Villa El Salvador. Encima, su hermano Víctor Manuel, ‘Bebé Loco’, está involucrado en el mismo homicidio.
De actor y futbolista pasó a ser acusado de homicidio con gran crueldad. Si es hallado culpable pasará largos años en prisión. Toda esta historia es un ejemplo de lo importante que son los padres en el crecimiento y desarrollo de los niños. Los papás son los encargados de enseñar valores a sus hijos, enderezarlos si ven que se van por el camino equivocado. Deben ser ejemplo para los hijos y prepararlos para enfrentar la vida en base a trabajo, sacrificio y honestidad. Un niño que crece en la calle de seguro escogerá la delincuencia, la plata fácil, la diversión y las drogas. Sus referentes son los malos amigos, la noche, las juergas y el delito. ‘Rony’ tuvo todo para triunfar: un talento para la actuación y el fútbol, quehaceres donde se mueve mucho dinero si eres disciplinado y tienes dedicación. Todo lo echó por la borda al momento de disparar y rematar a ese adolescente, hincha de la ‘U’. Que sirva de ejemplo”. Gary tiene razón. Es una verdadera pena. Me voy, cuídense.
