Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un asado de carne con salsa de champiñones. Para tomar pidió una jarrita de chicha morada heladita. “María, leí con sorpresa y pesar la noticia de la joven cajera del Banco BBVA, María Chávez Palomino, de 25 años, quien es acusada de robar 300 mil soles a la entidad financiera para lucirse en redes sociales con ropa de marca, joyas y viajes de lujo.
La chica, natural de Pucallpa, ahora enfrenta la posibilidad de ser condenada a prisión. Esta historia me recuerda a la de Pamela Cabanillas, ‘Mommy Yankee’, la joven que estafó con más de un millón de soles vendiendo entradas para conciertos de músicos famosos. Todo se lo gastó en ropa y viajes por Europa. Algunos jóvenes equivocados buscan la plata fácil e inmediata sin trabajar ni esforzarse.
Ansían lucirse en redes sociales como ganadores, sueñan con tener miles de ‘likes’ por su ‘envidiado’ estilo de vida. Hoy mucha gente toma foto a la comida que va a comer, a sus zapatillas, vestidos y joyas para que los demás les den aceptación. Si no eres aceptado o admirado, no eres nada. Muchos se meten a la delincuencia o a la prostitución para tener el reloj, el celular o el carro soñado.
Deben entender que tener una casita o un carro cuesta esfuerzo, dedicación y sacrificio. Parece que eso algunos no lo entienden. Creen que lo pueden todo y rápido. Viven a mil por hora. No sienten gusto por una vida estable, ni por el estudio o el trabajo.
Sus ejemplos son esos personajes que se lucen con mujeres en yates o hasta los mismos narcos que viven en mansiones. Así que en lugar de trabajar o estudiar para alcanzar sus sueños, buscan el atajo. Pero como dicen, la plata fácil se va fácil también y muchas veces, al final, es motivo de sufrimientos y angustias.
Los jóvenes deben pensar muy bien antes de actuar, pues su futuro está en juego. La vida es bella y no la podemos arruinar por dinero. Buen ejemplo son los deportistas olímpicos, los primeros puestos de San Marcos o los chefs como Virgilio Martínez o Gastón Acurio. Los demás no son nada”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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