Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por sus tallarines rojos con pollo, caldo de gallina y, para tomar, limonada con hielo. “María, estoy conmocionado por el asesinato de la comerciante y prestamista Ivón Carnero Tapullima, de 46 años, a manos de su amigo venezolano Oswaldo Antonio Escobar Rumbos, de 24 años.
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El criminal, apoyado por un tal ‘Alex’, la citó en un lugar supuestamente para hablar de los 15 mil soles que la mujer le había prestado, pero aprovechó que ella estaba desprotegida para estrangularla. Luego enterraron el cadáver en un descampado de Huacho, donde el martes fue descubierto por la Policía.
Gracias al GPS del celular del asesino, los agentes de Homicidios pudieron detenerlo y obligarlo a revelar el lugar donde estaba sepultada la víctima. Ahora solo falta capturar a ‘Alex’, cuyo verdadero nombre es Henry Alejandro Castellanos, también extranjero.
Que esto sirva de lección para que cuando se trate de dinero, la gente esté más alerta porque la tentación, el demonio se apodera de muchas personas, hombre o mujer, peruano o extranjero, familiar o extraño, para cometer crímenes como ese.
El asesino le debía a la señora Ivón 15 mil soles, que le había prestado para que monte un negocio. Según se supo, ambos eran muy amigos y esa confianza hizo que la mujer le entregue dicha cantidad. Lo peor es que ella misma lo recogió en el carro el día su muerte, sin imaginar que estaba yendo a su ejecución.
HOMICIDA ‘AYUDÓ’ EN LA BÚSQUEDA
Tanta era la cercanía, que el homicida, con total cinismo, ‘ayudó’ a la familia en la búsqueda, tras descubrirse que el carro de la empresaria había sido abandonado en el serpentín de Pasamayo el domingo pasado. No hay que confiar así nomás en las personas, por más cercanas que sean. Y menos cuando de por medio hay dinero.
Se ha conocido casos de empleados de mucha confianza que han huido con el dinero de la empresa o que han ido robando de manera sistemática las existencias de la compañía. En el caso de la señora Ivón, jamás se pudo imaginar que ese agradable y tranquilo muchacho de 24 años, que podría ser su hijo, sería capaz de asesinarla de la peor manera. amordazándola con cinta de embalaje, golpeándola y luego estrangulándola.
Se ha sabido también de casos en que el hijo se deshace de los padres o hermanos a fin de heredar la fortuna. O de socios que desfalcan a sus amigos de todos los años.
También de sujetos que les quitan la casa a sus hermanos o papás, y no les importa nada. Entonces, en este mar de salvajes, lo mejor es andar por el mundo con mirada de lince”. Pucha, mi amigo Gary me ha hecho pensar mucho. Me voy, cuídense.
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