Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un plato de carapulcra con carne de chanchito y una porción de arroz blanco, yuquita sancochada y rocotito molido. Para calmar la sed, pidió una jarrita de agua de cocona al tiempo. “María, llegó a la Redacción mi amigo, el gran periodista y marketero ayacuchano, Malcom Mendocha. ‘Gary, en la disquera Sono Radio, el maestro Enrique Lynch me dijo: ‘¡Che!, qué macanudo es el pibe baladista Iván Cruz’.
Iván Cruz se lanzó como bolerista, grabando en 45 RPM y eternizando: ‘Me dices que te vas’, ‘Mozo, deme otra copa’. Había nacido el indiscutible ‘Ídolo del bolero’. Después, como cronista de espectáculos, me invitó a su memorable show en la ‘Carpa del hotel Crillón’, desatando el delirio con el desgarrador exitazo: ‘Vagabundo soy’. De madrugada, encontramos a un niño vendiendo chicles y caramelos. El intérprete chalaco se estremeció.
Le colocó la chalina en su cuello y con espíritu dadivoso le puso unos billetes en su bolsillo. En plena carrera asombrosa asomó su vida agitada, con leyendas urbanas de adulterio y exceso de alcohol. Sentados en una banca del Parque Universitario, Iván Cruz se destapó: ‘Hermano, recién nacido, mis padres se separaron. Y fui criado con el amor de mi abuelita, en un callejón del Cercado de Lima’.
Iván Cruz tenía los ojos rojos y lo consolé. Los cines de barrio y cantinas paraban abarrotados de fans, proclamando que escuchando sus canciones ‘daba sed’. Así arrasaron en ventas los discos: ‘Dime la verdad’, ‘Ficha marcada’, ‘Ajena’. Pero a la vez, era consumido por la fama. Aun así, logró un imbatible contrato con el sello ‘Top-Hits de Caracas’ y ¡compartió catálogo con Oscar D’León!
Comiendo un cebichito, en el mercado del Callao, un estibador le invocó que cante salsa y Iván Cruz le dio gusto, recordando su paso con ‘Papo y su Combo Sabroso’. ‘El hijo del pueblo’ armó un vacilón callejero. En radio ‘Moderna’, luego de una entrevista, lo esperaba una multitud, para ganarse entradas. Quedé sorprendido cuando ‘mi loquito’ auxilió a una veterana fan, que se había desmayado.
Por algo se tituló de ¡enfermero naval! Hace poco lo acompañé en su concierto de la ‘Derrama magisterial’. Con increíble vitalidad, Iván Cruz recalcó que fue una oveja descarriada, sumido en el alcoholismo. Ahora es una nueva criatura, predicando la palabra de Dios, como cristiano evangélico. Levantando un vaso con agua, exclamó: ‘¡Salud!, público fiel... déjenme vivir mi vida, yo no soy malo con nadie’”. Pucha, el señor Malcom siempre aparece en la foto con grandes cantantes.