Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un hígado frito con papas sancochadas, arrocito blanco, ensalada de cebolla, rocoto molido y, para tomar, una limonada calientita. “María, ayer hablábamos de que los casos de estafa se multiplican en julio y diciembre, cuando muchos peruanos cobran la gratificación. Los delincuentes no dejan de idear nuevas formas de engaño para quitarnos hasta nuestro último centavo, así que es importante que las conozcamos para no convertirnos en nuevas víctimas.
El falso empleado bancario: Un delincuente vestido como un trabajador de la entidad financiera se acerca a los clientes tratando de detectar quién busca hacer un depósito de dinero. Ofrece agilizar los trámites y para ello pide el dinero. Luego, lleva a la víctima a una oficina y le pide que espere. El sujeto finge ingresar a otro ambiente del local y desaparece.
La cascada: Los hampones primero identifican a alguna persona que haya hecho un retiro de dinero del banco. En la calle, uno de ellos se acerca a la víctima y finge encontrar un monedero, billetera o sobre con un fajo con bastante dinero. Puede decirle a la víctima que recoja el paquete con el dinero, o bien el mismo delincuente lo coge, pero siempre dirá que deben irse a otro lugar rápidamente para repartirse la plata, no vaya a ser que el dueño aparezca. Cuando van a dividir lo encontrado, aparece un compinche que les reclama su dinero perdido. Es ahí cuando presionan a la víctima con distintos métodos, que puede ser desde decirle que la denunciarán ante la policía por robo hasta amenazarla con hacerle un daño si no les devuelve su dinero. Es cuando le quitan el paquete con el dinero ‘encontrado’ y, sobre todo, se apoderan del dinero de la víctima.
Cambiazo de tarjeta: Por lo general, tratan de provocar algún desperfecto en un cajero automático para que cuando alguien intente usarlo, tenga problemas. De inmediato, un sujeto se acerca a la víctima ofreciéndole su ayuda. Trata de crear alguna confusión para cambiar la tarjeta del cliente por una igual. Luego, le pide que digite su clave que el mismo delincuente o algún cómplice tratará de ver y memorizar. Con la tarjeta y la clave del cliente, los maleantes vaciarán su cuenta en el menor tiempo posible, antes de que la víctima reaccione y llame al banco para anular su tarjeta.
Clonación con ‘skimmer’: Generalmente lo hacen malos empleados de establecimientos donde los clientes pagan con tarjeta. Esta la pasan por un pequeño aparato llamado ‘skimmer’, que copia toda la información contenida en la banda magnética. Luego, memorizan la clave cuando el cliente la digita para pagar el servicio o producto. Los rateros luego harán retiros de dinero o consumos indebidos hasta agotar el dinero. Los facinerosos son cada vez más osados y emplean nuevas formas de estafa, por eso hay que estar advertidos”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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