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Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un pollito al cilindro con papa sancochada, ensalada y rocoto molido. Para tomar pidió una jarrita de chicha morada. “María, en estos dos últimos años ha habido un avance impresionante de la inteligencia artificial en varias áreas. Desde el comercio, la enseñanza, telecomunicaciones, cine, periodismo, medicina y otras más. Mucho de esto ayuda a la humanidad, pues se ha visto el caso que ya se realizan operaciones de alta cirugía con la IA. Y eso que recién empezamos. En un futuro muy cercano esto será común.
Pero así como los nuevos inventos científicos nos hacen la vida mejor, también se pueden utilizar para el mal. Willy Ugarte, docente de la maestría en Data Science de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, afirma que en el Perú hubo 50 casos de estafas con IA, y se espera que esta cifra aumente conforme las técnicas de hacking se vuelvan más accesibles.
Estafan con los correos, los mensajes de audio, las llamadas telefónicas y las videollamadas. “Los modelos generativos de IA son capaces de crear audios, textos o imágenes con un realismo impresionante, lo que facilita que los estafadores logren confundir y manipular a las personas”, explica.
ESTAFAS MÁS COMUNES
- Falsificaciones de voz: Los estafadores emplean software de IA para imitar la voz de empleados de empresas, engañando a las víctimas para que envíen dinero.
- Suplantaciones de identidad: Similar a la falsificación de voz. El estafador asume la identidad de un funcionario público o un ejecutivo para obtener información confidencial o financiera.
- Videollamadas con deepfakes: Para simular a personas en videollamadas, haciendo que parezca que alguien dice o hace algo que en realidad no dijo o hizo.
- Mensajes de audio para obtener rescates por secuestros falsos. Las víctimas pagan por ‘liberar’ a sus seres queridos.
- Grabaciones para hacerse pasar por alguien y pedir dinero a sus conocidos”. Qué miedo. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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