Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un guiso de pallares con seco a la norteña, arroz, ajicito y, para tomar, un refresco de cebada tibiecito. “María,es un problema que ningún gobierno logra frenar. Solo cuando llegó la pandemia hubo toque de queda total y policías y militares recorrían las calles, se redujo el accionar delictivo, pero eso solo fue un espejismo.

Con la vuelta a la normalidad se han incrementado los casos de robos, asaltos, extorsiones y asesinatos por encargo. A los hampones no les importa si la víctima es menor de edad, madre de familia o anciano, igual ‘le aplican’. Ya no hay lugar completamente seguro: el bus de transporte, el paradero, la casa, un restaurante o el trabajo.

Como ejemplo de ello, hace poco en fue arrastrada para robarle la cartera en la que tenía más de 11 mil soles, mientras a su hermana le rompieron el brazo.

Por Dios, dónde estamos. En el Callao, falsos pasajeros asaltaron a las 20 personas que viajaban en una cúster por la avenida Néstor Gambetta, y en Miraflores un ratero atacó a pedradas a una mujer para robarle su cartera. Este gobierno prometió más seguridad, pero hasta ahora nada. Por eso les entrego algunos tips para cuidarse del hampa y no ser víctimas de ningún delito:

  • Evite caminar distraído o usando audífonos. Si se moviliza, a pie o en vehículo, manténgase atento a su alrededor.
  • No deje a la vista de todos sus objetos de valor. Si no es urgente hablar con celular en la calle, no lo haga.
  • Trate de no comentar en redes sociales a dónde va o dónde está.
  • Evite manejar dinero en efectivo. No retire fuertes sumas del banco (yapee o haga transferencia bancaria).
  • Observe bien el cajero automático que usa.
  • Aléjese de lugares poco iluminados y solitarios.
  • Si es víctima de delincuentes, no los enfrente. Dará rabia, pero su seguridad vale más. Eso sí, no olvide denunciar en la comisaría más cercana”. Gary tiene razón, la delincuencia está incontrolable. Me voy, cuídense.

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