Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un tacu tacu de frejoles con lomo saltado. Para tomar pidió una jarrita de anís heladito. “María, este jueves se celebra no solo el Día de la Canción Criolla en el país, sino también Halloween, la fiesta de las brujas que en los últimos años ha calado enormemente en los niños.
La ocasión sirve para que los más pequeñines se pongan disfraces y salgan de puerta en puerta pidiendo dulces. Otros van a los centros comerciales y participan de shows temáticos en sus barrios. Todo muy bonito, pero hay que tener mucho cuidado. En estos tiempos hay mucha gente mala que está al acecho de los pequeños para secuestrarlos o hacerles daño.
No sirve dejar solos a los hijitos de casa. Siempre hay que echarles un ojo, en especial si están pensando salir del barrio. Muchos se quedan hasta muy noche. Como padres, tenemos la obligación de cuidar a nuestros retoños porque la vida ya no es como antes, en que uno podía dejarlos solos en la calle hasta muy entrada la noche.
Los chicos pueden ser ultrajados, asaltados, secuestrados o atropellados por algún borracho. Uno no sabe lo que se va a encontrar en alguna casa donde toquen la puerta.
- Organiza a los pequeños del barrio para que salgan en grupo y acompañados de padres responsables. Lo ideal es no ir demasiado lejos.
- Enséñales que por ningún motivo deben entrar en casa de un extraño, así sean invitados. De la entrada no deben pasar.
- Regresen temprano a casa y no lleven nada de gran valor.
- Los pequeños deben caminar en grupo y en la acera. Es importante que sepan que no pueden cruzar la calle ni caminar delante de los vehículos.
- Los niños son inocentes, siempre deben estar al cuidado de adultos responsables”.Me voy, cuídense.
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