Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un sudadito de cabrillón con arrocito blanco y rocoto molido. Para tomar pidió una jarrita de chicha morada.

“María, los ataques extorsivos a los colegios privados en Lima y otras ciudades del país no cesan. Ha llegado al colmo que los extorsionadores ingresen a las clases virtuales para amenazar con matar a los profesores. No me imagino los niveles de estrés que deben estar sufriendo los maestros, pero sobre todo los niños.

Por eso es importante acompañarlos en lo posible al colegio para darles seguridad, que se sientan protegidos y queridos. Asimismo, debemos conversar con ellos para darles algunas pautas que los libren de caer en actos de peligro. Los padres, además, debemos organizarnos para presionar a las autoridades con el fin de que hagan frente a esta ola criminal que ha desbordado completamente al Estado y a la Policía.

La mayoría de políticos priorizan sus intereses, que están antes que las demandas del pueblo. Muchos han ingresado al Congreso, a los ministerios o al gobierno para hacer arreglos, negocios y tener poder. Si les importara lo que pasa el pueblo, hace rato que habrían enfrentado como se debe al hampa.

Solo un ejemplo: ‘Mariano’, el sujeto investigado por el crimen del cantante Paul Flores, ‘Russo’, fue condenado por extorsión hace unos tres años, pero debido a un decreto legislativo promulgado por Dina Boluarte, no cumplió la pena efectiva, todo para ‘reducir el hacinamiento en los penales’ del país.

Es que no construyen más cárceles por ‘falta de dinero’, pero el Congreso sí puede hacerse un club de playa y pagar bonos a sus asesores por cientos de miles de soles. Ahí sí sobra la plata. Qué desgracia. Ahora viajan por todo el país con nuestro dinero, pues desean reelegirse y ya están en campaña.

Por eso la población está saliendo a las calles a exigirle a las autoridades que se pongan a trabajar. Tenemos que proteger a nuestros niños”.

Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

TE PUEDE INTERESAR

Contenido sugerido

Contenido GEC