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Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un pescadito frito con arroz, arverjita verde y salsa criolla. Para tomar pidió una jarrita de jugo de mango heladito. “María, las enfermedades cardiovasculares constituyen una de las causas principales de discapacidad y muerte prematura en todo el mundo. En el Perú, la tasa de mortalidad por males al corazón, que es la que provoca una angina de pecho o un infarto, es de 28.77 por ciento, advirtieron voceros del Ministerio de Salud.
Según los médicos, el 80 por ciento de los casos se debe a los llamados factores de riesgo modificables, es decir la mala alimentación, falta de actividad física y hábitos nocivos como el consumo de tabaco o fumar cigarros.
“La obesidad, el colesterol, la diabetes, el tabaquismo, el sedentarismo y la hipertensión, la edad y el estrés son algunos de los principales factores de riesgo de las enfermedades del corazón que incrementan las posibilidades de sufrir una angina de pecho o infarto”, destacó Janet Tapia Colonna, coordinadora de la estrategia de Enfermedades No Transmisibles del Minsa.
Por eso, hay que cuidar nuestra salud como oro. En especial las personas que llegan a una edad madura, después de los 40 años. El cuerpo humano es como un robot, con el paso de los años empiezan a fallarnos las piezas. Por eso, hay que darle mantenimiento a nuestro organismo y no exponerlo a trajines intensos. Hay que hacer cualquier tipo de deporte: natación, ciclismo, caminata, fulbito, vóley o atletismo. También dejar los vicios, como el cigarrillo, el alcohol en exceso, las drogas y las gaseosas.
Si queremos vivir más y de manera excelente, debemos tener una alimentación sana: no bebidas gaseosas, frituras muy de vez en cuando, pocos carbohidratos (dejar el pan, los fideos y el arroz), preferir las ensaladas, las frutas, los jugos, los extractos. De esa manera podemos llegar a viejos sin demasiados achaques, para gozar de nuestros hijos, nietos, amigos y familiares”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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