Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un sabroso estofado de pollo con presa grande, arrocito blanco y rocotito molido. Para calmar la sed, se pidió una jarrita de limonada frozen. “María, ha causado conmoción , cuyo cadáver fue encontrado descuartizado en Sayán, Huaura. El comunicador de 56 años había desaparecido el sábado pasado, luego de salir de una reunión de amigos en La Victoria. Nunca llegó a su casa. Fue encontrado en la mañana del lunes 27 de febrero. Estaba mutilado y la persona que lo abandonó en medio de una zona agrícola, trató de quemarlo. Sin embargo, un agricultor lo encontró y dio aviso a la policía. 

El caso está en investigación y esperamos que la policía pueda dar con el asesino para que pague por tan execrable crimen. Todo esto nos lleva a reflexionar sobre la constante inseguridad en que vivimos. Es un tema que nos preocupa a todos, porque aun sin haber sufrido un asalto, ataque de ‘marcas’, de ‘raqueteros’ o un robo en casa, nadie está libre de ser la próxima víctima y hasta de estar, desafortunadamente, en medio de una balacera. La verdad es que vivimos con esa sensación de miedo y, por supuesto, no queremos que nuestros seres queridos corran riesgos. 

Pero estamos fallando como sociedad, no solo al permitir que delincuentes sigan haciendo de las suyas sin recibir duras penas por la corrupción, sino también al criar hijos sin valores, que son atraídos por el dinero fácil. Crecen sin respeto a las normas y con falta de sensibilidad, de solidaridad y aprecio por el prójimo. Los psicólogos coinciden en que la formación de nuestros niños debe empezar desde sus primeros años, para evitar que crezcan violentos y formen parte de la delincuencia. Por ello, aconsejan:

Cría a tu hijo(a) con amor, reglas y respeto. Los niños formados en un ambiente positivo crecen contentos consigo mismos, con personalidad positiva, aprenden a vivir en armonía y sin pasar sobre los demás.

Si miente, no se interesa por otros, disfruta molestando a los demás, maltratando a los animales y tomando cosas sin permiso o robando, cuidado. No son simples travesuras.

La formación no es tarea del colegio. Los valores se forman en casa, se fortalecen y amplían con maestros.

Aunque el trabajo absorbe mucho tiempo, no dejes para último momento la conversación padre-hijo.

No le des todo, pero sí preocúpate por ver y atender lo que necesita. Muchas veces solo quiere ser escuchado, y debe saber que tiene el apoyo de papá y mamá, así estén separados o divorciados.

Refuerza sus buenas acciones, aliéntalo sin exagerar.

Cuando haga las cosas mal, no lo apañes, hazle ver el error sin descalificarlo.

Sé un buen ejemplo y pon reglas claras, límites. Que conozca que todo acto tiene consecuencias.

Si tu hijo ya creció sin pautas y no puedes controlarlo, busca ayuda profesional para orientarlo antes que encuentre ‘apoyo’ en extraños u otros que lo lleven por el mal camino de la delincuencia y perdición”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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