Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una ensalada fresca, unos garbanzos con pescadito frito y una porción de arroz blanco bien graneadito. Para tomar, una agüita de anís tibia. “María, el otro día escuché a un psicoanalista

Comentaba que en estos tiempos muchos chicos andan desorientados por la vida, sin objetivos claros, sin un plan de vida, lo que permite que sean fácilmente influenciables por impresentables. Por ello es más importante que nunca formarlos de la mejor manera para que muestren madurez emocional e independencia. Que se tracen metas importantes. Algunos consejos de los expertos para educar bien a tus hijos.

  • Establece normas claras. Las normas y figuras de autoridad son imprescindibles en la vida de personas exitosas. Así los niños aprenden disciplina. En los hogares donde se respetan las normas los niños tienen más posibilidades de lograr el éxito.
  • Deben reconocer las emociones básicas. Hay que enseñarles a identificar la alegría, tristeza, rabia o ansiedad. Así aprenderán a reconocerse a sí mismos por sus emociones y conocerán las reacciones que les provocan diversas situaciones.
  • Enseña con el ejemplo: Los hijos imitan las conductas buenas y malas de sus padres. Así que siempre hay que saludar, despedirse, pedir por favor, respetar las leyes, las normas de tránsito, respetar a todos y especialmente a los niños, mujeres y ancianos.
  • Límites y disciplina sin amenazas: Deben saber lo que ocurre si no hacen lo que se les pide. Por ejemplo, dejarles claro que deben se responsables de sus actos.
  • Dejar que experimenten aunque se equivoquen: Hay que permitirles actuar, pero con límites y tenemos que estar ahí para cuidarlos física y emocionalmente. La sobreprotección les hace daño.
  • No comparar ni descalificar: Eliminar frases como ‘Aprende de tu hermano’. Tampoco conviene generalizar y hay que prescindir de expresiones como ‘¡Nunca haces caso!’. Frases como ‘¡Tú puedes ser el mejor, trabaja un poco más!’ lo animarán a alcanzar metas.
  • Reforzar lo bueno: Estímulos como gestos de cariño y recompensas funcionan mejor que los castigos. Hay que darles amor y dejar que resuelvan los problemas, según su capacidad. Llamarlos ‘tonto’ o ‘malo’ los daña. Premiarlos con abrazos, caricias y palabras como ‘guapo’ o ‘inteligente’ refuerza su autoestima.
  • No hay que ser sus amigos: Los padres están un escalón más arriba para ofrecerles cuidados, experiencia, protección y normas. Un buen padre no es el que cede siempre y no enseña.
  • Tienen emociones: Los niños también se preocupan y por eso hay que dar importancia a sus sentimientos y estar conscientes de ellos para ayudarlos”. Qué buenos consejos. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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