El fotógrafo Gary llegó al restaurante por su riñoncito al vino con papa picadita, perejilcito, arroz blanco graneadito y rocotito molido. Para calmar la sed, pidió una jarra de chicha morada. “María, llegué tempranito a la Redacción y me encontré con el legendario periodista de Policiales, ‘El Sonámbulo’, quien lleva varios lustros trabajando solo en el turno de amanecidas. Por eso usa lentes oscuros en el día. ‘El sol le hace daño a mis ojos. En el día duermo en un cuarto con cortinas bien oscuras para que no entre ni un rayito de luz’, dice. Su hábitat natural es la madrugada. Antes que amanezca ocurre la mayoría de asesinatos. ‘Hombre mata a su pareja cegado por los celos o el alcohol. Pandilleros se despedazan con machetes y los sicarios asesinan a algún infortunado que fue centrado en una esquina’, sentencia el veterano periodista. Tanta fama tiene en el mundo de la prensa escrita, que varias universidades ‘truchas’, esas que regalan cartones, le ofrecieron una cátedra, pero las rechazó. ‘Prefiero recibir a un puñado de estudiantes de periodismo realmente interesados en aprender el oficio, que dictar en un salón de doscientos alumnos y donde la mayoría va a calentar el asiento o se la pasa wasapeando’.
Justamente, llegó un grupo de universitarios al diario. ‘Maestro, la semana pasada se quedó en los grandes libros de autores especialistas en la llamada literatura policiaca’. Habló de Edgar Allan Poe, Sir Arthur Conan Doyle y su Sherlock Holmes o la gran Agatha Christie y su inolvidable detective regordete y sagaz Hércules Poirot. ‘Pero una de las novelas clásicas de todos los tiempos será, sin duda, ‘A sangre fría’. Este libro inauguró un estilo distinto del género literario tradicional, la novela no ficción. El escritor estadounidense Truman Capote se sumergió en una alucinante investigación de un horrendo asesinato de una familia de granjeros en un pueblito de Kansas. Pasó varios años yendo de Nueva York a Kansas para estar largas jornadas conversando con ¡los psicópatas asesinos confesos! Incluso se enamoró de uno de ellos. El resultado fue un relato estremecedor’, expresó ante los atentos jóvenes. ‘Capote escribió después: ‘Tuve que pasar años de psicoanálisis para sacarme toda la m... que escuché de los labios de esos asesinos’, escribió después’. Los alumnos se fueron de frente al jirón Amazonas a comprar sus ejemplares que les recomendó el ‘profesor’ Sonámbulo”. Pucha, ese señor es un gran periodista y maestro. Me voy, cuídense.
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