Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por su seco de cabrito con frejoles y, para tomar, naranjada heladita para matar el calor. “María, ayer una encuesta de Opinión y Data de Ipsos reveló que seis de cada diez limeños cree que el Gobierno debe priorizar la lucha contra la delincuencia.
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La gente está cansada de los robos al paso, de los ‘marcas’, de los asaltos en combis y restaurantes, de las extorsiones y de los asesinatos a manos de sicarios. La capital se ha convertido en un lugar difícil para vivir. Todos los días se informa de muertes por encargo, de gente baleada por un celular o de víctimas de extorsión, como el caso de la banda ‘El Tren de Aragua’, quienes pedían cupos usando una granada de guerra a los negocios de El Agustino. Según el exviceministro de seguridad ciudadana, Ricardo Valdés, en los últimos meses se incrementó en 200 % el número de asesinatos a manos de sicarios. Además, se calcula que cada cinco minutos se reporta un robo en Lima ante la Policía Nacional.
Otro aspecto en esta ola delincuencial es que se ha incrementado la violencia en los robos. Ahora los delincuentes meten bala a las víctimas que se resisten a entregar su dinero o celular, o amenazan con matar a menores de edad para quitarles sus dispositivos móviles. Igualmente se ha incrementado el tráfico y comercio ilegal de armas, asociado a su uso en casos de robo agravado. Todos estos datos generan una sensación de vulnerabilidad en los ciudadanos. Un informe urbano de percepción ciudadana en Lima y Callao en diciembre del 2021, realizado por Lima Cómo Vamos, indica que el 72,8 % de la población considera que el principal problema que afecta la calidad de vida en la ciudad es la inseguridad ciudadana.
Necesitamos como ministro del Interior y también como alcaldes de Lima a profesionales que conozcan el sector, que sean especialistas o hayan estudiado el tema a profundidad para hallar una solución. Que no sea como el presidente Pedro Castillo, que se pone chaleco antibalas, gorro de la Policía y luego ofrece acabar con la delincuencia, pero solo de palabra porque nombra como titulares de la cartera a impresentables. Las elecciones a la alcaldía de Lima son en octubre. La gente lo que pide en su gran mayoría no es que se arregle el caos del transporte, o que se habiliten más espacios para el esparcimiento de los habitantes, ni que haya un mejor sistema de recojo de basura, sino que haya más seguridad en las calles”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.