Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por su sopa de sancochado, pollo saltado y, para tomar, limonada frozen. “María, la inseguridad ciudadana está a la orden del día en el país. La delincuencia nos está desbordando y este gobierno no sabe qué hacer.
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El jueves se demostró que la idea de sacar a los militares a la calle no es la solución a la hora de combatir el hampa. Ese día, un grupo de hampones esperó que los miembros de la Marina de Guerra que custodiaban el parque Casanave del Callao se retiren a su cuartel, para ingresar a una galería, matar al dueño de una joyería y robar un kilo de oro en joyas. El atraco con muerte no duró más de 5 minutos.
Los maleantes huyeron en una moto ante los aterrorizados clientes y peatones. El empresario lo único que hizo fue intentar oponerse al atraco, sin imaginar que eso le costaría la vida. Ahora la mayoría de delincuentes andan armados con revólveres o pistolas, y son capaces de matar hasta por un celular ‘chanchito’. Ya no respetan ni a los niños, ancianos o mujeres. Casi todos operan drogados para ‘darse valor’.
Asaltan en combis, buses, pollerías, en la calle, dentro de la casa o en un local de baile. Ya no hay lugares vedados producto de la mala gestión de los últimos ministros del Interior y de la permisividad del Poder Judicial, que muchas veces deja libres a los ladrones ‘por falta de pruebas’.
Donde sí tienen energía y valor es cuando un policía o un civil mata a un delincuente para defenderse de un atraco. Ahí sí ordenan rápido detención preliminar y tratan al honesto como si fuera lo peor. Es importante saber actuar ante un asalto. Muchas veces las víctimas mortales lo son porque se pusieron a gritar nerviosas, trataron de huir o se enfrentaron en inferioridad de condiciones a los maleantes. Por eso aquí les damos algunos consejos si son víctimas de algún robo:
- No oponga resistencia, menos si el ladrón está armado. Esto es lo primordial, ya que tenemos las de perder porque estamos frente a un sujeto con arma de fuego u objeto punzocortante. La mayoría de las veces actúan bajo los efectos de las drogas. Los hampones son gente sin empatía y tienen desprecio por la vida humana.
- Evitar mirar al delincuente a los ojos. Eso los pone nerviosos porque creen que los identificará posteriormente ante la Policía.
- No intentar huir. Eso los pone más furiosos y pueden dispararle por la espalda. Piense: ellos tienen desprecio por la vida ajena. No dudan en matar.
- Hable lo mínimo y no le dirija la palabra. No lo recrimine o insulte. Baje la mirada, cállese. Mejor es perder algún objeto, por más valioso que sea, que la vida”. Gary tiene mucha razón. No hay que arriesgarse. Me voy, cuídense.
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