Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una parihuela de mariscos bien concentrada con camarones, su cangrejo Popeye y arrocito blanco, rodajas de rocoto, limoncito. Para tomar, una jarrita de chicha morada fresca. “María, ayer conversábamos sobre la importancia de la autoestima, que es la forma en que cada uno se valora. Los expertos señalan que la mayoría se siente menos de lo que en realidad vale. Por eso es importante preocuparnos por valorarnos de manera honesta, conocer nuestras virtudes, aptitudes y también limitaciones. Hay que exigir que se nos respete. Hay que mantener actitudes positivas y no dejarnos doblegar ni mancillar por nadie. Algunos consejos para tener una adecuada autoestima:
- No te subestimes. Muchos con talento fracasan por no valorarse como es debido. Los triunfadores explotan sus capacidades porque valoraron sus virtudes mediante un análisis sincero.
- Trátate con gentileza y respeto. Mírate a ti mismo de forma positiva y amable.
- Aprende a decir que no. Muchas veces las personas se sienten víctimas de los demás por sus exigencias, porque no saben decir que no. Dar una negativa nos permitirá respetarnos a nosotros mismos y enseñar a que nos respeten.
- Pon límites. Hay veces en que nos vemos en medio de relaciones o situaciones injustas, indignas y hasta peligrosas que no merecemos, pero no tenemos el valor de poner un límite porque no nos queremos lo suficiente o no estamos seguros de lo que valemos.
- Dedica un tiempo a tu persona. Casi siempre nos la pasamos cumpliendo obligaciones, compromisos, y pocas veces nos damos un tiempo para hacer las cosas que nos gustan, que nos dan alegría para potenciar nuestras energías.
- Ten un sueño, una meta. Es fundamental para darle sentido a la vida. Plantéate objetivos a largo plazo, así sabrás hacia dónde vas.
- Recompénsate por tus logros. Conseguir lo que uno se propone muchas veces es complicado e implica un gran esfuerzo y sacrificio, pero a veces no nos detenemos para celebrarlo. Hazlo, basta con recompensarte de manera sencilla.
- Agradece siempre por todo lo que tienes. Siempre es más de lo que uno cree. Los seres queridos, los recuerdos, el amor, los bienes materiales, etc.
- Haz el bien siempre que puedas y sin esperar ninguna recompensa. El que da, siente una satisfacción grande y eso no tiene precio”.
Mi amigo Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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