Este Búho quedó impactado por la violenta muerte de Henry ‘Pitufito’ Colán, el correcto y recordado futbolista del Boys, Cristal y otros clubes de Primera, a manos de un sicario, la madrugada del lunes en Barrios Altos. A sus 41 años, trabajaba como técnico de las divisiones menores del cuadro rosado.
Las causas de su muerte son materia de investigación policial, no se descarta la hipótesis de la extorsión —administraba una cebichería— pero también una posible venganza de alguien del entorno barrial, según señalaron familiares a los policías.
Este columnista se puso a repasar algunos casos de famosos futbolistas que terminaron acribillados por balas asesinas, pues la delincuencia y la violencia irracional no respetan nada.
ANDRÉS ESCOBAR: El defensa del Atlético Nacional y seleccionado de Colombia en el Mundial de Estados Unidos 94 fue vilmente asesinado a la salida de la discoteca El Indio, en Medellín. Escobar había cometido un autogol en el partido mundialista contra Estados Unidos que dejó eliminada a la selección cafetera.
Diez días después de la infausta jugada se encontraba en el restaurante junto a algunos familiares y amigos. En el local fue víctima de burlas e insultos de algunos hinchas que le reclamaban su error. Los hermanos narcotraficantes David y Santiago Gallón Henao se encontraban en una mesa cercana y, como estaban ebrios y coqueados, se sumaron a los insultos y lo siguieron hasta afuera del local.
En el estacionamiento, antes que el defensa ingresara a su vehículo, los dos narcos se abalanzaron sobre él y se armó una bronca. En eso apareció el chofer de los hermanos, Humberto Muñoz, que sin mediar palabra se acercó y le descargó seis tiros en la cabeza. En su defensa dijo que ‘no sabía que la persona a quien disparó era el futbolista’. Pero nadie creyó esa burda mentira.
ALBEIRO ‘EL PALOMO’ USURIAGA: El tremendo delantero de la selección colombiana, Nacional de Medellín, América de Cali, Necaxa, Santos y el Independiente de Avellaneda argentino murió asesinado en febrero del 2004, en la peligrosa barriada 12 de Octubre, en Cali, mientras tomaba cerveza y jugaba cartas con amigos de infancia.
Un delincuente esclavizado al crack, Mauricio Colorado Roldán, alias ‘La Nana’, lo acribilló a quemarropa de trece balazos. Un par de horas después, el asesino del ídolo caleño moría de varios disparos no muy lejos de allí.
El autor intelectual no quería ‘dejar cabos sueltos’, pero años después las investigaciones de la policía revelaron que el móvil del crimen fueron los celos enfermizos del peligroso líder de sicarios de la banda más sanguinaria de Cali, ‘Los Molina’, Jefferson Valdez Marind, quien lo mandó matar porque el ‘Palomo’ mantenía una relación con su expareja, de la que seguía enamorado y le insistía para volver.
El hombre que cobardemente ordenó el homicidio fue asesinado en octubre de 2006 en una cancha de fútbol al sur de Cali. Según la policía, los sicarios lo mataron para vengar la muerte del futbolista, quien era uno de los hijos predilectos de la ‘picante’ barriada 12 de Octubre, la que lo vio nacer y también morir.
SALVADOR CABAÑAS: El delantero de la selección paraguaya Salvador Cabañas, e ídolo del popular club América de México, fue baleado en la cabeza en el baño del exclusivo local Bar Bar, en México DF, en enero del 2010. La gravedad de la lesión lo mantuvo en coma varias semanas y la bala sigue alojada en su cerebro y nunca se pudo extraer.
Después de varios meses de rehabilitación, si bien recuperó su capacidad motriz, nunca pudo volver a jugar al fútbol profesional. Y pensar que tenía un precontrato firmado con el Manchester United inglés. Esa noche infausta el paraguayo llegó al local con su esposa, su hermana y su cuñado.
Cuando ingresó al baño entraron José Jorge Balderas Garza, alias ‘JJ’, narcotraficante del cartel de los Beltrán Leyva, junto a un compinche, y fue ‘JJ’ quien le disparó un tiro en la cabeza. Actualmente el agresor purga 36 años de cárcel acusado de narcotráfico y otros delitos.
Según Cabañas, la discusión que originó la tragedia estuvo relacionada con las apuestas deportivas, pues el pistolero le recriminó que por haber metido dos goles en un partido le hizo perder miles de dólares porque apostó al equipo rival. Esa versión es la que sostiene el paraguayo.
Pese a ello, la periodista mexicana Anabel Hernández en su libro ‘Enma y las señoras del narco’, en un capítulo sobre el atentado contra el paraguayo, señala que se debió a que Salvador se metió con la actriz Arleth Terán, quien era la pareja del peligroso narcotraficante Edgar Valdez Villarreal, más conocido como ‘La Barbie’, y fue él quien mandó a ‘JJ’ a ‘quebrar’ al delantero.
Sea como sea, Cabañas puede encomendarse a la Virgen de Guadalupe porque tuvo la suerte de volver a nacer. Apago el televisor.
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