Este Búho alucina la movida coyuntura política como la mesa de un inmenso bufé de restaurante de la Costa Verde: preparado exclusivamente para comensales que estarían salpicados con las ‘cutras’ de las empresas brasileñas: Lonjitas de búfalo frito de la Casa del Pueblo con salsa ‘Barata’ para Alan. Cuy de Cabana chactado en pisco para Alejandro Toledo. Cangrejo reventado a la mostaza ‘Don Marcelo’ para PPK. Copitas de caipirinha de la chacra de Lula da Silva para Susana Villarán. Feijao en bolsa OAS con seco de pato virgen, para Castañeda. Frutillada trepadora de Chinchero para que haga volar al ministro Vizcarra. Sé que a mis lectores se les hace agua la boca. Solo me queda decirles, como el temible doctor Hannibal Lecter: ¡Bon appétit!
PPK EN PIURA: Era una obligación del presidente viajar a Piura para comprobar ‘in situ’ la magnitud de los daños causados por las interminables lluvias y tormentas con rayos y relámpagos, que ponen los pelos de punta al alegre y despreocupado pueblo norteño. La población demandaba la presencia de los alcaldes que ante la hecatombe, han brillado por su ausencia, como en Castilla o Ignacio Escudero. La gente se lo hizo saber a PPK y este enérgico respondió: ‘¿No los han visto? Entonces tienen que revocarlos’. Y prometió que el próximo martes el Consejo de Ministros extraordinario sesionará en la región. Si así hubiese actuado desde el inicio de su mandato.
PUGNAS EN EL FUJIMORISMO: Que algunas voces de posición radicalmente antifujimorista ahora digan que Kenji ‘les está empezando a caer bien’, demuestra lo veleidosa que puede ser la política por estos lares. Kenji se convirtió, de la noche a la mañana, en el abanderado defensor de los derechos humanos de los niños abusados por el Sodalicio. Sí, el mismo que se reía cuando alguien le recordaba las esterilizaciones forzadas que mandó ejecutar su padre en la sierra del país. Este Búho habrá nacido de noche, pero no anoche. No me como el cuento de que el engreído de Alberto Fujimori ‘ha evolucionado para bien’, como oigo a algunos incautos. Está buscando colocarse en un nivel expectante para el 2021.
LAS VIDAS DE ALAN: Como el gato, el líder aprista
Alan García tiene varias vidas. Justo cuando la Procuraduría lo va a investigar por exoneraciones escandalosas de las líneas uno y dos del Metro de Lima para la empresa Odebrecht durante su gobierno, lanza una bomba de humo: ‘Me quisieron asesinar dos veces’. La de 1992, durante el autogolpe del 5 de abril, es conocida. El Grupo Colina tenía órdenes de irrumpir en su residencia de Chacarilla para asesinarlo, pero huyó por los techos y se exilió en la embajada de Colombia. Pero la que dice se intentó durante su primer gobierno, no la sabía nadie. ‘A raíz de la reducción del pago de la deuda externa y de la nacionalización de la banca, un grupo de poder económico contrató a una banda de sicarios extranjeros para asesinarme’. Lo que no afirmó es que durante su segundo gobierno se rodeó de los mismos empresarios y banqueros, a quienes se les denominó: ‘Los doce apóstoles de Alan’.
EN EL DOLOR, LA FRIVOLIDAD: Este Búho no tiene nada de cascarrabias, es alegre y le gusta a veces recordar el pasado, que en momentos aciagos nos reconforta, como esa copla de que ‘cada tiempo pasado fue mejor’. Sin embargo, creo que ni el presidente PPK ni sus ministros están para sonrisas en estos momentos dramáticos, no solo por la terrible inclemencia de los desastres naturales, como las lluvias que causan muerte y destrucción. También por la penosa coyuntura política, con la imagen de los partidos hasta el suelo, donde un expresidente está prófugo y otros dos mandatarios se encuentran bajo sospecha de haber recibido sobornos de la empresa Odebrecht. Cuando la situación es dramática y hasta su ministro y también vicepresidente puede ser censurado en el Congreso, PPK y sus ministros postean sus fotitos cuando eran escolares. ¡¡Qué tiernos!! Qué pensará un poblador de Piura, Cieneguilla o Mala que ve su casa destruida, sus cultivos y animales ahogados, sin que ninguna autoridad les brinde ayuda. Como cantaba Charly García: ‘Desafinaron el tiempo y el compás’. Apago el televisor.