Este Búho habrá nacido de noche, pero no anoche y no se come cuentos cuando escuchó a algunos de los que convocan a ‘salir a las calles’ con esa engañosa consigna de ‘que se vayan todos’, pero en el fondo de sus corazoncitos extrañan al golpista y ladrón de Pedro Castillo.
Los castillistas que resultaron engañados por su líder, sus aliados del senderismo y esa izquierda angurrienta y convenida que lo apoyaron por ‘dignos’ o por repartijas de poder con cupos en ministerios y consultorías (Durand, Sánchez y compañía), no tienen autoridad moral para llamar a ‘protestar’ cuando ‘blindaron’ más de un año y medio a un Castillo incapacitado intelectual y moralmente para ser presidente y nos estaba llevando literalmente al abismo.
Ahora que parece deporte nacional golpear a la suspendida fiscal de la Nación, Patricia Benavides, nos olvidamos de que Castillo se adelantó a dar su delirante golpe de Estado e instaurar una dictadura porque estaba acorralado por las investigaciones de la Fiscalía de la Nación, que nombró a un equipo especial para investigar a corruptos como él encaramados en el poder. Ni las delaciones de Bruno Pacheco le habían hecho mella. Fue su socio financiero, Salatiel Marrufo, del Ministerio de Vivienda, quien declaró públicamente que cobró millones de soles a la corrupta empresaria Sada Goray y su organización criminal por ordenes del ‘profesor’ para llenarle los bolsillos. Eso fue lo que lo desquició y obligó a dar el zarpazo golpista que ya estaba preparando meses antes con la resentida social Betssy Chávez, el diabólico Aníbal Torres y otros ministros que le ‘vendieron el boleto’ de que ‘habían militares que se iban a plegar al golpe’ y que ahora se hacen los locos.
Gracias a Benavides y al equipo especial el cajamarquino terminó entre rejas y nos salvamos de que triunfara su proyecto chavista de convocar a una ‘Asamblea Constituyente’ para atornillarse en el poder y dinamitar la democracia con un gobierno de funcionarios cleptómanos aliados al ‘lado oscuro de fuerza’: el senderismo, las mafias de la minería ilegal, el narcotráfico, violentistas y seguramente la izquierda oportunista en busca de migajas del poder. Todo eso se vino abajo y Castillo ya debe ser historia, un papel higiénico usado y tirado al tacho. Pero me preocupa que esa Fiscalía de la Nación vuelva a convertirse en un instrumento político de grupos con claros intereses ahora que han logrado lo que tanto buscaron: reemplazar a Benavides con un fiscal supremo que en enero del 2020 dijo que el ‘hermanito’ César Hinostroza no era el cabecilla de ‘Los cuellos blancos’ y ‘no era una organización criminal’.
Una de las muestras de que estos grupos interesados en capturar la Fiscalía empiezan a hacer de las suyas es que acaban de rechazar un pedido del Ministerio Público para ordenar el impedimento de salida del país de la investigada Susana Villarán, quien confesó que recibió millones de dólares de coima de las corruptas Odebrecht y OAS. Ella ya vive cómodamente en su casa de playa y ahora ‘la premian’ para que se vaya de viaje. Otra cosa, este Búho cree que si el Tribunal Constitucional, la máxima instancia de decisión jurídica ya emitió su fallo definitivo sobre Alberto Fujimori, se deberían aquietar las aguas y no atizar más los odios que es lo menos que necesita el país.
Pero que la ‘China’ no salga a hablar en público y aprovecharse del tema para rearmar sus huestes porque todo este laberinto jurídico es culpa suya al obligar a su padre a retornar a la cárcel por hundir a su enemigo PPK que le dio el indulto apoyado por Kenji. Es más, me reafirmo en que Keiko ya no debería postular nunca más a la presidencia. Ella y su apellido son sinónimo de división entre los peruanos. Que se dedique a cuidar a su padre. Apago el televisor.