Este Búho ve el panorama político más movido que nunca. La situación no es para reírse porque el Ejecutivo está enfrentado con el Congreso y cualquier cosa puede ocurrir. Por eso, agarro mi ‘Espada del augurio’ de los ‘Thundercats’, para que me permita ver ‘más allá de lo evidente’ y poder dar estos ‘Pastillazos’ que mis lectores tanto reclaman.
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PRESIDENTE SIN LIDERAZGO. Pedro Castillo está en el poder hace más de dos meses, pero continúa con su discurso de división entre peruanos. Eso de enfrentar a ricos y pobres, a limeños contra provincianos, a ‘esclavos y amos’, no le hace nada bien al país. ¿Por qué insistir con esa cantaleta que nos separa más, justo cuando todos juntos debemos empujar el carro que es el Perú para vencer a la pandemia y reactivar la economía?
El mandatario, penosamente, parece que no se ha dado cuenta de que ya es el presidente y cree que continúa en campaña, azuzando los ánimos de la población. Basta de victimizarse por su origen andino y, más bien, que muestre liderazgo para conducir las riendas del país, pues a estas alturas los hechos parecen demostrar que quienes en realidad gobiernan son Vladimir Cerrón y su hijo putativo Guido Bellido.
EL FACTOR BELLIDO. Los chats del chúcaro premier y su jefe, el condenado por corrupción Cerrón, confabulando contra los ministros cercanos a Castillo muestran a las claras que se sienten con el derecho y el poder de gobernar, pasando por encima de Castillo, aunque públicamente digan que el profesor es el que dicta las políticas a seguir.
Bellido no da la talla para primer ministro, cargo al que nunca debió acceder. Sus ocupaciones básicas son insultar a la prensa independiente, defender a Cerrón señalando que es ‘víctima de persecución política’ por las múltiples investigaciones que se le siguen, incluidos el lavado de dinero (investigación en la que también está incluido Bellido), hacer anuncios que dinamitan a la economía (como nacionalizar Camisea) y hablar mal del mandatario en quechua en sus visitas a provincias. Y pese a todo no le pasa nada.
Cerrón, a su vez, aunque está con un pie en prisión, acorrala al chotano con textos furibundos en redes como el del sábado en Facebook, donde prácticamente lo emplaza a seguir sus dictados, señalando que al final de su mandato, para la derecha y sus caviares, Castillo seguirá siendo ‘el mismo cholo de siempre’. Siguen destilando odio.
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RETAN AL CONGRESO. La permanencia del cuestionado Iber Maraví al frente del Ministerio de Trabajo es un asunto de Estado para Castillo, Bellido y Cerrón. Tanto que habrían decidido plantear la cuestión de confianza si el Congreso insiste en censurar a Maraví. Se señala que no quieren que se repita lo de Héctor Béjar, quien tuvo que dejar la Cancillería luego de que la Marina lo puso en su sitio por asegurar que fue esta institución la que inició el terrorismo en el país.
Es lógico preguntarse por qué un presidente elige afectar más la gobernabilidad de todo un país solo por defender a un ministro gris y, encima, tan manchado. La cuestión es ahora saber si el Congreso retrocede o sigue adelante con la censura. En estos momentos, muchos de esos ‘padres de la patria’ estarán deshojando margaritas, pues ante el pedido de confianza ven peligrar su curul y sus beneficios.
INSEGURIDAD CIUDADANA
INSEGURIDAD GALOPANTE. De un tiempo a esta parte se han multiplicado los casos de sicariato, asaltos violentos, extorsiones, cobros de cupos y otros. La gente ya no puede salir de sus casas y en estas muchos son asaltados y asesinados. Mientras tanto, el gobierno sigue con su agenda: Juntar más firmas para el referéndum de la Asamblea Constituyente. Parece mentira, pero es cierto. El país se desangra, pero congresistas de Perú Libre y hasta ministros como Dina Boluarte trabajan incansablemente para recolectar firmas.
A propósito, es un verdadero escándalo que el gobierno haya destinado más de 400 mil soles, ¡una verdadera fortuna!, para llevar en avión a 72 venezolanos a su país. Por qué tenemos que regalar esa plata cuando hay miles de ollas comunes que mendigan para comprar huesitos con los que preparar una sopa. Si el matón de Maduro tanto habla de repatriar a sus compatriotas, por qué no pagó él dicho viajecito. Una vergüenza. Apago el televisor.
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