
Este Búho ve con gran preocupación el terrible avance de la delincuencia, pero causa más angustia la actitud del gobierno ante esta grave crisis. Como en las épocas más oscuras del terrorismo de Sendero Luminoso, con una potente bomba acaban de volar un automóvil que estaba estacionado en una calle de Los Olivos y la onda expansiva dañó varias casas. En la víspera el ministro del Ambiente, Juan Carlos Castro, sale a decir en televisión que él y sus vecinos del condominio donde vive, en Chorrillos, se sienten más seguros porque está dando resultado el trabajo del cuestionado titular del Interior, Juan Santiváñez.

Decir eso es una estupidez y revela el grado de desconexión de los funcionarios de este régimen con la realidad. Dicho sea de paso, los vecinos de Castro salieron indignados a desmentirlo y a decir que es un mentiroso, pues todos los días roban en esa zona. A diario los criminales matan a más peruanos y dinamitan bodeguitas, ferreterías, boticas o buses, pero el gobierno permanece como congelado, sin reacción.
Dina Boluarte no entiende que para los problemas más graves se requieren soluciones drásticas. Donald Trump sí lo entendió y desde el primer día se está dedicando a combatir a las más sanguinarias bandas de criminales extranjeros que azotan a Estados Unidos. Puede no gustar a muchos y seguramente está cometiendo excesos contra hispanos honrados, pero toma decisiones y actúa con fuerza.
Por eso tiene el apoyo de gran parte de los norteamericanos. Todos sabemos que nuestras cárceles están sobrepobladas y, además, son usadas como centrales telefónicas de los más despiadados delincuentes que desde sus celdas ordenan extorsiones, asesinatos por encargo, asaltos y secuestros. Por qué entonces el gobierno no manda a construir de inmediato tres o cuatro prisiones enormes de máxima seguridad en la puna, donde hay mucho frío, para que esos malditos criminales se congelen y no tengan acceso a celulares ni internet.
Levantar nuevas cárceles tendría que ser uno de los primeros pasos si hubiera una decisión real de combatir con todo a la delincuencia. De lo contrario, todo es un engañamuchachos y los criminales seguirán haciéndose más fuertes y despiadados.
EJEMPLO BUKELE
Como ya lo he dicho, Dina debería seguir el ejemplo de Nayib Bukele, el presidente de El Salvador, quien de verdad le declaró la guerra a muerte a las sanguinarias pandillas, la ‘Mara Salvatrucha’ (M 13) y ‘Barrio 18′. Inauguró la cárcel más grande de América, el inmenso ‘Centro de Confinamiento del Terrorismo’, con capacidad para cuarenta mil presos.
Allí trasladan a miles de asesinos psicópatas de las pandillas en shorts blancos, rapados y con sus impresionantes tatuajes en el cuerpo y rostro. Ingresan enmarrocados y en fila india. ‘Antes en las cárceles tenían celulares, televisión, drogas e ingresaban mujeres. Ahora no tendrán nada de eso, van a venir a pagar sus crímenes, no a disfrutar’, enfatizó el mandatario.

Solo en El Salvador hay cien mil ‘maras salvatruchas’. Tienen demoníacos requisitos para ser miembros de la pandilla: asesinar a un policía o a un pandillero de una banda rival. En el caso de las mujeres, si no quieren matar, tienen que ser violadas por diez pandilleros. Se trata de un ejército de monstruos tatuados que tenían aterrorizada a la población salvadoreña, que durante años permanecía recluida en sus casas por miedo a cruzarse con estas lacras que matan, secuestran, degüellan, descuartizan y cometen otras salvajadas.
Bukele ha metido a la cárcel a decenas de miles de ellos y, como es lógico, los índices de criminalidad bajaron. ‘¿Cómo lo logramos? Metiendo a los criminales en la cárcel. ¿Hay espacio? Ahora sí. ¿Podrán dar órdenes desde adentro? No. ¿Podrán escapar? No. Esta será su nueva casa donde estarán por décadas, mezclados, sin hacerle más daño a la población. Una obra de sentido común’, señala.
¿Por qué Dina y sus ministros no lo entienden? Si el Perú pudo derrotar a las hienas de Sendero Luminoso y el MRTA, que eran criminales fanáticos guiados por una ideología del espanto que buscaba poner al país de rodillas a punta de fusil, cómo no vamos a poder vencer a simples delincuentes, por muy sanguinarios y malditos que sean. Apago el televisor.