Este Búho recibe a diario mensajes de jovencitos y hasta mis propios ‘cachorros’ me han pedido que escriba sobre ese fenómeno mundial en que se ha convertido el streamer Speed. Con 20 años, el estadounidense es una celebridad de las redes sociales. Tiene más de 35 millones de suscriptores en YouTube y 27 millones de seguidores en Instagram. Sus transmisiones en vivo convocan a cientos de miles de espectadores.
Actualmente está realizando una gira latinoamericana y acaba de aterrizar en nuestro país, en donde ya paseó por el Centro de Lima, Gamarra, probó cuy, cebiche y hasta suri. Es una estrella global a su corta edad y desde que recorre Sudamérica ha reunido mares y mares de muchachitos ansiosos de darle, aunque sea, la mano.
¿Cómo explicar este fenómeno que ha logrado amasar una fortuna de diez millones de dólares en apenas cinco años? Como ya he escrito antes, este columnista a su edad no mira con indiferencia las tendencias, sino con curiosidad, con sorpresa, con ánimos de conocer más.
Por eso me zambullí en ese mar inagotable de las redes sociales para averiguar sobre este nuevo ‘rockstar’ digital. Darren Jason Watkins Jr. es natural de Ohio, Estados Unidos, y comenzó como streamer a los 15 años. Ese estilo irreverente, divertido y totalmente ‘crazy’ le ha valido para posicionarse como uno de los influencers más importantes. Empezó con una computadora en su habitación, transmitiendo videojuegos, hoy recorre el mundo conociendo a personajes de la talla de Cristiano Ronaldo o Ronaldo, el ‘Fenómeno’, quien lo recibió en su casa en Brasil. Su punto de quiebre fue durante la pandemia, cuando sus videos realmente se viralizaron.
Su saltito de espalda, ‘backflip’, y sus estruendosos ladridos son sellos característicos de su personaje. Sus transmisiones se pueden ver en simultáneo por YouTube, Kick o Twitch. Es un personaje espontáneo, carismático, de lenguaje simple, divertido, extravagante, desenfrenado, ingredientes perfectos para convertirse en un personaje viral.
La transmisión que hizo durante su primer día en Perú superó el medio millón de espectadores. Recorrió la Plaza de Armas, en donde la muchedumbre gritó “Fuera, Dina”, luego visitó la Municipalidad de Lima, en donde un ‘figuretti’ Rafael López Aliaga lo recibió y lo nombró embajador turístico de Lima. Probó cebiche, tomó Inca Kola y hasta chacchó hoja de coca. El océano de gente que lo acompañó a su paso solo se compara a la multitud que podrían convocar estrellas de la música como BTS.
Este morenito es para la juventud de hoy un referente a seguir. Muchos sueñan con ser como él, con su fama, con su fortuna. ¿Y es fácil? No lo creo, dedicarse por completo a las redes sociales también requiere de mucho ingenio, creatividad y energía. Sostener una transmisión durante más de tres horas requiere inteligencia y entender lo que tu público desea ver: dónde, cuándo y cómo.
Así ha logrado sumar millones de dólares en su cuenta bancaria. Su paso por esta ciudad ha sido como el de un huracán. Ha revoloteado Lima. Se especula que hoy asistirá al encuentro entre Universitario e Inter de Miami de Messi. Nada está dicho. Sus planes cambian de acuerdo con su estado de ánimo. Pero a donde vaya seguramente habrá una multitud de chibolos pidiéndole una foto o grabando un video para su TikTok. Apago el televisor.
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