Este Búho acaba de ver la extraordinaria miniserie documental sobre la vida del mítico ‘crooner’ norteamericano Frank Sinatra (Nueva Jersey 1915-California 1998). Si uno de los padres del nuevo periodismo, Gay Talese, en los sesenta, hizo un magistral retrato del intérprete de ‘New York, New York’ para la prensa escrita, titulado ‘Frank Sinatra está resfriado’, el director Alex Gibney, en el 2015, hizo lo mismo para la televisión con ‘Sinatra: All or nothing at all’.
El galardonado trabajo acaba de ser ‘subido’ a la plataforma de Netflix y podemos ver en toda su magnitud a una de las más importantes e influyentes personalidades de la cultura popular. Conocido como ‘La voz’, impuso un estilo único.
Hubo un antes y un después en la música popular con la irrupción de este hijo de un barrio obrero de Hoboken, Nueva Jersey, quien se convirtió en leyenda al vender más de 250 millones de discos, ganar 9 premios Grammy, 3 estatuillas Oscar (solo una como actor, las otras dos honorarias), entre otros innumerables galardones a lo largo de más de sesenta años de carrera artística.
Pero vayamos por el principio. El documental, dividido en dos partes, empieza con una súbita decisión de Sinatra en el año 1971. Está en el mejor momento de su carrera, pero decide ‘retirarse’, inclusive la popular revista ‘Life’ saca en portada su foto con un titular revelador: ‘Sinatra say goodbye and amén’ (Sinatra dice adiós y amén). La cosa iba en serio porque se organizó el último recital en el teatro Los Angeles Music Center y la anfitriona fue su amiga, la princesa Grace de Monaco. Allí cantó once canciones emblemáticas a su gusto, que reflejan su vida misma y, mientras interpreta impecablemente en ese histórico concierto, van transcurriendo las fotografías desde su nacimiento, los videos de su juventud, sus inicios en la música.
El trabajo de archivo fotográfico y de video es impresionante. Habla, para empezar, el propio Frank en distintos reportajes y hasta en una poco conocida charla para los ‘cerebritos’ estudiantes de la Universidad de Yale, en 1982. Hablan sus padres. Dolly, una partera, una mujer muy inteligente y que fue, según su hijo, ‘su mejor influencia’. Su padre era un recio bombero que lo botó de la casa cuando decidió abandonar el colegio para dedicarse a la música. ‘Vas a terminar como un vago’, profetizó equivocadamente. Habla su primera esposa Nancy Barbato, sobre su romance, enlace y el fin de su matrimonio. También declaran sus hijos Nancy y Frank Jr. Su segunda esposa, la actriz Ava Gardner, ‘la mujer más bella del mundo’, declara y reconoce que le sacó la vuelta al ídolo con Luis Miguel Dominguín, ‘el torero más famoso de España’. Sinatra sabía de las andanzas de su esposa en Madrid, donde el diestro era ‘el firme’ pero tenía otros ‘calentaditos’ chapetones. Una amiga declara que el cantante viajó a España para recuperar a su esposa. Allí lo vemos llegando a Madrid y cuenta: ‘Ava nos recibió en el aeropuerto con jóvenes que no hablaban inglés’. Ella y Frank se fueron a un aparte, se supone que para un ‘reencuentro’. Después, en la noche ‘fuimos a cenar’. Ava tomaba martinis y solo ‘picó’ la entrada. En eso, dijo que iba al tocador y dejó su cartera y cigarrera. Todos la esperaban y no regresaba. Alguien fue a ver y ella se había ido, se había escapado. Frank se derrumbó.
El hombre que se acostaba con las mujeres más bellas y deseadas de Hollywood se quedó borracho y abandonado, susurrando debajo de la mesa el nombre de ‘Ava, Ava’. Luego ella le pidió el divorcio y ‘La voz’ recién después de un tiempo pudo superarlo.
Hablan otros amores importantes, como Lauren Bacall, viuda de Humphrey Bogart, con quien se comprometió secretamente en matrimonio. Ella dice: ‘Si me casaba con él, seguro durábamos veinte segundos’. Declara la actriz Mia Farrow, 29 años menor, su tercera esposa.
Luego vemos sus relaciones con la mafia, el apoyo decidido que le dio a la candidatura presidencial demócrata de J.F. Kennedy, a quien presentaba ‘chicas’. Ya en la presidencia, Kennedy, por influencia de su padre, el patriarca Joseph, lo expectoraría de su círculo debido a sus vínculos con el mafioso Sam Giancana. Observamos sus juergas en Las Vegas, shows legendarios con sus amigos del clan ‘Rat Pack’: Sammy Davis Jr., Dean Martin, Peter Lawford, entre otros. Una vida apasionante. Para ver cómo hacía el maestro en sus conciertos, con un barman en el escenario al que pedía: ‘Uno doble de whisky, Sam, sin hielo, por favor’.
Apago el televisor.