Este Búho no puede ocultar su indignación por los anuncios del gobierno de que va a comprar toda la producción de coca legal o ilegal que se produce en la selva. Pero eso no es todo, están siguiendo a pie juntillas la estrategia de Guillermo Bermejo, quien en un video pedía que se expulse a la DEA y se retiren las bases policiales y militares, y se terminen los operativos contra la siembra ilegal de hoja de coca, que van derechito a las ‘cocinas’ de los narcotraficantes.
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Eso, como se sabe, traerá más violencia y sicariato. ¿Qué pretende el gobierno de Pedro Castillo? Que el Perú se convierta en un ‘narcoestado’ y llegue a los extremos de violencia que se vive en México, por ejemplo. Las estadísticas oficiales del país azteca son escalofriantes: de enero del 2006 a mayo del 2021 han sido asesinadas por violencia del narcotráfico 350 mil personas y más de 72 mil continúan desaparecidas. De ellas 153 son periodistas.
El narcotráfico ha corroído tanto la sociedad mexicana, llegando a copar el poder político del país azteca, que Netflix lanzó ‘Narcos México’ (2018-2021), una serie insignia que se remonta a tiempos anteriores a los cárteles colombianos. La historia se ubica entre 1970 y 1980.
Un expolicía convertido en narcotraficante de marihuana, Miguel Ángel Félix Gallardo, de Sinaloa, se traslada a Guadalajara y funda el primer cártel mexicano, constituido para inundar de marihuana primero y con el tiempo cocaína a Estados Unidos.
Félix logra tener ‘contactos’ en las altas esferas del oficialista partido de gobierno, el PRI, y la corrupta Policía Judicial, que trabajan también como brazos armados del narco. Termina la primera temporada con el secuestro, la cruel tortura y el asesinato del agente norteamericano de la DEA, ‘Kiki’ Camarena.
LA SEGUNDA TEMPORADA DE NARCOS
En la segunda temporada, Estados Unidos despierta y les da todos las facilidades a la DEA para encontrar a los culpables del asesinato de Camarena y llevarlos a juicio en Estados Unidos o dejarlos en una tumba en México.
Llega al país un comando especial que estará dispuesto a todo y no les importará cruzar la línea de la legalidad con tal de incriminar a Félix Gallardo mientras este se encuentra abocado en unificar a los ‘firmes’ de la droga en el norte, enfrentados sangrientamente:
Los de Tijuana con los hermanos Arellano a la cabeza. Los de Sinaloa, con el ‘Güero’ Palma y un incompetente ‘Chapo’ Guzmán. Los de Juárez, con Amado Carrillo Fuentes, ‘El señor de los cielos’. Ciertamente resultaba difícil unir a un grupo de ratas para degustar un pedazo de queso, pero Félix logra esta precaria ‘Federación’, donde fungía de ‘emperador’, apoyado en su alianza con los cárteles colombianos que les proporcionaban la droga que sus socios del norte debían ‘pasar’ a Estados Unidos.
Cuando los del cártel de Cali incumplen con los pagos y los del norte cuestionan el liderazgo de Félix, este reacciona de manera sanguinaria, como por ejemplo secuestrando a la familia del ‘Güero’ Palma, matando a su esposa y lanzando a sus hijos pequeños desde un puente de más de ciento cincuenta metros de altura.
Esa penúltima temporada es la más sangrienta y nos presenta también pinceladas de la corrupta política mexicana, justo cuando en las elecciones de 1988 se produce el descarado fraude que le birló la victoria al candidato independiente Cuauhtémoc Cárdenas que iba a significar la debacle ‘del partido único’, el PRI, y prometía meter a la cárcel a los corruptos.
En la serie le dan crédito de la siniestra operación a Miguel Ángel Félix, a quien como ‘recompensa’ por la ‘victoria’ del candidato oficialista Carlos Salinas de Gortari, recibe la noticia de que las autoridades norteamericanas han congelado la investigación del asesinato de Camarena, librándose así de una captura segura.
AMADO CARRILLO, ‘EL SEÑOR DE LOS CIELOS”
Pero no será por mucho tiempo. El liderazgo del ‘Padrino’ Félix con sus socios del norte llegará a su fin porque el crimen no paga. En la tercera y última temporada, nos trasladamos a los convulsionados años 90, con un Pablo Escobar muerto y el cártel colombiano de Cali, por intermedio de ‘Pacho’ Herrera, trata de establecer una alianza con los mexicanos, pero Félix Gallardo está preso y en el norte de México se alza la figura de Amado Carrillo Fuentes, ‘El señor de los cielos’, en medio de una guerra sanguinaria entre los nuevos ‘capos’, como el ‘Chapo’ Guzmán, y con la arena política más agitada que nunca porque México ya se convirtió en un narcoestado donde generales y gobernadores, hasta el general jefe de la lucha antidrogas estaba comprado por los narcos. Apago el televisor.
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