Este Búho considera que uno de los peores defectos que puede tener un ser humano es el ser malagradecido. Melcochita acaba de calificar de ‘miserable’ a Chibolín, por decir que el desaparecido director de ‘Risas y salsa’, el argentino Guillermo Guille, lo maltrataba y mandaba a Ricky Tosso a que lo golpee en los sketches.
A Melcocha no le gustó que tilde de maltratador y ‘ensucie la memoria de alguien que no puede defenderse desde su tumba’. Este columnista nunca olvidará lo que significaba ver ese legendario programa cómico para las familias peruanas sentadas frente a la televisión para reír, mientras afuera sonaban los estruendos de los coches bomba del demencial grupo terrorista Sendero Luminoso.
El programa fue dirigido primero por Efraín ‘Betito’ Aguilar, luego por Carlos Velásquez, quien le dio la posta al gran Guillermo Guille, el verdadero padre de ese ‘monstruo televisivo’ que se mantuvo en pantallas durante 19 años. El programa tuvo su espejo en Estados Unidos en un tremendo programa cómico que acaparaba la sintonía: ‘Saturday Night Live’.
Era en vivo y de ahí salieron tremendos comediantes como Chevy Chase, John Belushi, Ben Stiller, Steve Martin, entre otras futuras estrellas de Hollywood. La particularidad era que no solo presentaban sketches sueltos, sino secuencias permanentes. Este esquema lo imitó Genaro Delgado Parker y ordenó: “Quiero sketches que queden en la mente de la gente”.
‘Risas…’ tenía un tremendo elenco: Alex Valle, Antonio Salim, Ricardo Fernández, César ‘Loco’ Ureta, Adolfo Chuiman, Guillermo Rossini, ‘Betito’ Aguilar, Raúl Beryón, Rodolfo Carrión ‘Felpudini’, Elmer Alfaro, Camucha Negrete, Alicia Andrade, Amparo Brambilla, Esmeralda Checa, Mabel Duclós, Guillermo Campos, Jorge Benavides, Ricky Tosso, el ‘Chino’ Yufra, Gisela Valcárcel, Nancy Cavagnari, Fernando Armas, Miguel Barraza, Petipán, el ‘Gordo’ Casaretto, Alfredo Benavides, Analí Cabrera, Roxana Ávalos, Karen América, Aurosa Aranda, Javier Santagadea, Silvia Bardales, Álvaro González, el ‘Ronco’ Gámez, Karen América, Melcochita, Manolo Rojas, Hernán Vidaurre, Ernesto Pimentel, entre otros grandes de la comicidad.
Guillermo Guille le dio la oportunidad a Chibolín
Había mucho profesionalismo y todos respetaban a Guille. En ese tiempo todos los comediantes aspiraban llegar a ‘Risas’. Algunos estaban parados en la puerta esperando ver al director para implorarle una prueba. Según algunos cómicos, uno de ellos era un desconocido Chibolín, al que el director argentino, en 1994, le dio la oportunidad de parodiar personajes femeninos y luego llevó a ‘Risas de América’.
En ese entonces, este columnista laboraba en ‘TV Color’, una revista de espectáculos que yace en el ‘cementerio de papel’, y lograba ingresar a las grabaciones del programa cómico en ‘el gallinero’ de la avenida Arequipa. ‘Solapa’ me ‘encaletaba’ en un rincón gracias a Roxana Ávalos, la recordada ‘Guardia Serafina’, mi amiga y fuente.
Me mataba de risa, pero no podía hacer bulla. Entre los sketches más recordados estaba el de ‘La banda del Choclito’, donde Petipán encarnaba a un ‘minigánster’. Al ‘chato’ lo había conocido cuando yo era cachimbo sanmarquino y él era eterno estudiante de Economía y Derecho.
Le gustaban mis amigas Conchito y Marta, y nos invitaba chelas en los tonos de la Ciudad Universitaria. Los integrantes de la pandilla eran un mate de risa, entre ellos ‘Mapache’, ‘Ojos lindos’ y ‘Guayabera sucia’ (Álvaro González) e inolvidable la voz en ‘off’ de Rossini: ‘Guayabera sucia es tan pero tan cochino que no se baña en la ducha, sino en el relleno sanitario’.
La estrella del programa era, sin duda, el gran Adolfo Chuiman, un destacado actor de teatro serio y puntal en las canteras del grupo Histrión. En su papel del donjuán Avelino, el criollo y galancito del barrio, su enamorada era la guapa Aurora Aranda y el suegro ogro el inolvidable Alex Valle, quien lo golpeaba y Avelino gritaba ‘¡en la cara no!’.
Después Chuiman encarnaría al pícaro y mujeriego Manolo, con su fiel escudero Machucao (Elmer Alfaro). Y de ahí salió su famoso diálogo: Manolo: ¿Quién soy yo? Machucao: ¡Papá! Manolo: ¿Con quién estás? Y Machucao: ¡Con papá! Y cómo olvidar el sketch de ‘El jefecito’, donde un lascivo gerente, el jefecito Federico Lancelotti (Antonio Salim), correteaba por toda la oficina a una secretaria coqueta y con extrema inocencia llamada Chelita (Analí Cabrera).
Pero sus libidinosas intenciones naufragaban por culpa de un impertinente conserje, Felpudini (Rodolfo Carrión), quien siempre jugaba en pared con la esposa de su jefe, Mabel Duclós. Los mejores sketches de ‘Risas y salsa’, bajo la dirección de Guillermo Guille, podemos verlos en YouTube. En tiempos en que la corrupción enferma, la risa siempre es un buen antídoto. Apago el televisor.