
Este Búho observa una bonita portada de la revista People donde la reconocida actriz Demi Moore, a sus 62 primaveras, es elegida la ‘mujer más bella del mundo’. Creo que la famosa publicación busca dar un mensaje a nivel mundial, porque esa imagen ha dado la vuelta mundo, de que a esa edad cualquier mujer debe sentirse bella.
‘En cierto modo, la belleza simplemente existe. Puede mirar una flor y apreciar la belleza. A nivel humano, encuentro su autenticidad y posibilidad. La belleza surge de la comodidad de ser exactamente quién eres’, dijo la actriz que está en su mejor momento.
Ella protagonizó el año pasado la película de terror corporal (body horror) ‘La sustancia’, de la directora Coralie Fargeat. Ironías de la vida, llamó la atención del público la actuación de Moore, pues interpretó a una celebridad en decadencia que recurre a una droga ilícita capaz de replicar las células para generar una versión más joven de sí misma personificada por Margaret Qualley.
Me da gusto que esté recuperada porque su vida no fue fácil. Es un ícono entre las actrices de Hollywood de los años 80 y 90. Muchos años atrás estuvo internada en una clínica por una sobredosis de estupefacientes, la llamada ‘droga de la risa’, óxido de nitrógeno.
Se metió una ‘encerrona’ con una amiga, tratando de superar la separación del actor de moda, su joven esposo Ashton Kutcher. Ya Demi se había mostrado sumamente delgada y recayó en el vicio del alcohol y las drogas. Una de las hijas que tuvo con el actor Bruce Willis, Rumer Willis, salió llorando del hospital al verla grave.
Incluso, contó que ella buscó a Ashton para que vaya a ver a su madre, pero este se negó y prefirió irse a Brasil para grabar un comercial y vacilarse todas las noches con bellas y jóvenes modelos.
Pero no siempre fue una tía destrozada por el abandono e infidelidad de su novio chibolo. A finales de los 70, con solo 16 años, dejó el colegio para irse a Hollywood a intentar ser actriz. Fue otra chica terrible, Nastassja Kinski, hija del desquiciado gran actor alemán Klaus Kinski, quien la convenció para llegar a la ‘Meca del cine’. Nastassja ya tenía ‘recorrido’, al haber sostenido un romance con el notable y retorcido director Roman Polanski, un tipo mucho mayor que ella. Con semejante compañía, Demi Moore pudo conocer a la gentita de Hollywood y logró un papel en la popular serie ‘General Hospital’.
Joven, bella y con plata, se hizo asidua a fiestas malogradas donde la cocaína se servía en bandejas como bocaditos. Se hizo consumidora y, aún así, integró el selecto grupo de jóvenes actores mejores pagados y admirados por millones de adolescentes, los ‘Brat Pack’: Molly Ringwald (‘La chica de rosa’, ‘El club de los cinco’), Emilio Estevez (su novio, actor en ‘’El club de los cinco’, ‘Rebeldes’), Rob Lowe y Andrew McCarthy.
John Hughes, el director de culto de las películas de los ‘Brat Pack’, no la contrataba pese a su jale en taquilla, porque andaba hundida en la cocaína. Por eso, el cineasta Joel Schumacher la botó del plató de la película ‘St. Elmo’s fire’ (1985), porque llegó totalmente intoxicada. Moore adujo que se drogó porque en el filme su personaje ‘también era una adicta a la coca’ (sic). O sea, esta crisis de la actriz era una recaída.
Fue la única de los ‘Brat Pack’ en pasar de ser ídolo juvenil a convertirse en una verdadera estrella de Hollywood. También en ser la actriz mejor pagada del mundo y casarse con un ídolo como Bruce Willis. ‘Ghost: La sombra del amor’ (1990) fue la cinta que hizo llorar a millones y también generó millones de ‘verdes’ a Demi.
Le siguió un bodrio con Robert Redford, ‘Una propuesta indecente’ (1993), pero fue otro taquillazo y cerró la trilogía con ‘Striptease’ (1996), donde mostró que no solo era una cara bonita, sino también un cuerpazo.
El regreso de Demi Moore
Cometió un error al protagonizar la olvidable ‘G.I. Jane’ (1997), donde se rapó la cabeza. Quienes deliraron en la platea con sus bailes y desnudos en ‘Striptease’ se salían del cine al verla calva. Tomó tiempo en recuperarse, pero gracias a las cirugías reapareció nuevamente potable en ‘Los ángeles de Charlie: Al límite’ (2003).
Conoció a un joven actor con aspiraciones, Ashton Kutcher, quien aprovechó la fama que le dio ser consorte de Demi y se ‘marqueteó’ espectacularmente en Twitter. Empezó a colgar fotos suyas con Demi y hasta a contar sus peleítas y reconciliaciones.
Millones se colgaron del culebrón de la pareja. Demi estaba feliz y también tuiteaba y andaba metida en las redes. Pero Kutcher, ante tanta fama, empezó a tener contratos y hasta reemplazó a Charlie Sheen en la serie ‘Two and a half men’. El tiempo ha pasado y Demi ahora está plena y bella. Apago el televisor.
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